Centenares de universitarios hacen cola desde primera hora de la mañana en el recinto ferial de Rabasa, donde se monta la Feria de Navidad, para comprar las entradas del Paellas Festival que se celebrará en este mismo lugar el miércoles 17 de abril.

La gran afluencia, con jóvenes sentados en el suelo e incluso en sillas que se han llevado desde su casa, ha sorprendido a quienes pasaban por las carreteras próximas -salida de Alicante en dirección a la Universidad- y a quienes acudían a comprar a la tienda deportiva próxima. La organización se ha visto obligada a adelantar en una hora la apertura de las taquillas. Ya había jóvenes esperando a las siete y media de la mañana.

Este festival se celebra desde hace ocho años fuera de la Universidad y lo promueve una empresa privada. En el concierto participarán artistas nacionales e internacionales, de rock, pop, rap y de otros géneros musicales.

Los universitarios que hacían cola han cuestionado el precio de las entradas, afirmando que en pocos años ha subido de seis euros a 16 euros para estudiantes y 18 euros para los que no lo sean. Un coste que les parece excesivo para los bolsillos de los jóvenes.

El empresario ha señalado que se gasta mucho en la seguridad que tienen que contratar para evitar cualquier incidencia. Ha dicho que el día del concierto se monta un puesto de mando avanzado con un estricto protocolo de seguridad con soporte de la Policía Local y de la Policía Nacional, y que el día de antes acuden los perros que detectan explosivos para evitar cualquier riesgo de atentados.

Para evitar embotellamientos el día del festival, con la compra de la entrada se da directamente una pulsera con un código personal que antes de que se inicie el evento musical, en las puertas de acceso, se comprobará que corresponda con el cliente. Las entradas se pueden comprar sin límite aunque la persona que las adquiere tiene que llevar la identificación y el carné de estudiante de los que no pueden acudir para identificarlos.

El sistema de pulseras, según el promotor, permite realizar un control de aforo a tiempo real de quién entra y quién sale del recinto el día del evento. Además, se sabe qué persona es la que lleva esa pulsera.