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Profesores más controlados

La Universidad cuenta desde este curso con el programa Docentia en el que alumnos, docentes y sus responsables evalúan la labor en el aula

Un caso «excepcional». Alumnos, profesores, sindicatos y dirigentes de la Universidad de Alicante (UA) aseguran que situaciones como la originada el pasado viernes en la que más de 200 alumnos de Publicidad y Relaciones Públicas se negaron a realizar el examen de una asignatura por la forma de dar los contenidos y de evaluar del profesor es «límite». Tanto que en algo más de dos años que lleva en el cargo el vicerrector de Ordenación Académica, José Penadés, es la primera vez que inicia la apertura de un expediente disciplinario a un docente.

Sin embargo, el hecho de que los alumnos de Alessandro Cavaliere llevaran años quejándose de su actitud y de que suspendiera masivamente para después dar un aprobado general sin presentarse él mismo al examen han hecho saltar las alarmas del funcionamiento de los controles de calidad. De hecho, los sindicatos van a pedir explicaciones para saber qué ha fallado en los sistemas de control, mientras que la mayoría de alumnos consultados coinciden en que «no es tan fácil realizar quejas formales para que se tenga en cuenta nuestra opinión».

«Hasta ahora los alumnos realizaban encuestas, pero solo con eso no podemos actuar», explica el vicerrector de Calidad, Francisco Torres. Según estas encuestas, incide, «solo el 4,13% de las asignaturas impartidas recibieron un suspenso». Este curso la UA ha implantado el programa Docentia, avalado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), con el que «los casos de posible mala praxis deben detectarse», asegura Torres. En este punto coindiden sindicatos y los representantes de los alumnos.

Con el nuevo sistema los profesores deben autoevaluarse y someterse a la evaluación de los estudiantes y de los responsables de cada departamento dentro de las facultades y centros. «Ofrece mayor seguridad jurídica porque el profesor conocerá los resultados de su evaluación antes de autoevaluarse», indica el vicerrector. «Este proceso de evaluación desembocará por primera vez en un informe que calificará al docente como favorable, muy favorable, excelente o desfavorable», añade. Y en el caso de que sea desfavorable habrá consecuencias, como que el docente tendrá que completar cursos de reciclaje, no podrá dar clases fuera de la docencia oficial, lo que les reporta unos ingresos extra, y no recibirá un complemento económico que está previsto que reciban los «aprobados» el curso que viene.

Excepcional pero no único

«Hubo un profesor en Derecho que no daba el temario y llegaba a clase en dudosas condiciones, pero al final se cogió una baja y ya no ha vuelto desde 2016», recuerdan en esta facultad. «Nuestra experiencia es que se suele actuar cuando hay quejas de los estudiantes. Hay departamentos como el de Procesal o el de Mercantil en los que son más duros y se da un alto porcentaje de suspensos, pero es verdad que gracias a las quejas se han ido moderando al menos en las formas», indican alumnos, si bien otros creen que es demasiada la materia concentrada por cuatrimestre.

En Económicas suelen quejarse de las asignaturas de Fiscal, Finanzas y Contabilidad y aseguran que en Microeconomía no se explican bien los conceptos, por lo que muchos alumnos se ven obligados a acudir a academias privadas para entender la materia y ser capaces de superar el examen.

Alumnos de Ciencias tuvieron un problema con un docente de Matemáticas en el grado de Biología, pero «se formó una comisión y se solucionó». «Este es el método que seguimos cuando hay un problema, que suele ser con los criterios de evaluación, primero hablar con el profesor y si no hay cambios forzar una comisión», dicen los estudiantes, pero «nada comparado con lo que ha pasado en Publicidad», añaden.

También en la Politécnica se han quejado por las Matemáticas en Ingeniería Multimedia y esperan que tras el toque de atención el profesor cambie.

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