La negociación para el nuevo modelo de financiación universitaria está estancada por los recortes que plantea el Consell. La falta de presupuesto ha llevado a la Conselleria de Educación a plantear el pago de la deuda histórica a seis años vista en lugar de los cuatro previstos. Esta deuda asciende a 302,6 millones a repartir entre las cinco universidades públicas y en la práctica supondría que las instituciones académicas recibirían menos dinero cada año. A esta situación se suma que el Consell no tiene previsto invertir más dinero en otras partidas, por lo que la idea choca con la frontal oposición de los rectores, que llevan años reclamando una mejora en la financiación.

El gobierno valenciano tiene de plazo hasta el 31 de octubre, es decir, dos semanas, para presentar el Presupuesto de la Generalitat para 2019 en las Corts, de manera que las universidades aún no saben de qué cantidad disponen para poder elaborar sus cuentas.

La última oportunidad para desbloquear la situación es la comida que tienen previsto celebrar los cinco rectores con el presidente Ximo Puig el próximo día 5. En la apertura del curso en la Universidad de València, Puig expresó su deseo de «cerrar antes de que acabe el año un plan plurianual de financiación con las universidades».

La preocupación en las instituciones académicas de la provincia es palpable.

«Estamos llegando a un punto de asfixia. Necesitamos que se incremente el montante global de la financiación autonómica porque representa el 80% de nuestra financiación y nos tememos otro recorte», afirma la vicerrectora de Planificación Económica de la Universidad de Alicante (UA), Mónica Martín. «En el Consell argumentan que destinan más dinero por las becas y la compensación de la bajada de las tasas de matrícula pero las universidades recibimos lo mismo. Este dinero, que está muy bien, va a los alumnos pero no a las universidades para su gestión», explica la vicerrectora. Además, en Alicante ya han empezado a elaborar sus presupuestos para el año que viene «pero a ciegas porque no sabemos lo que vamos a recibir finalmente», lamenta Martín.

«En la Universidad Miguel Hernández estamos pendientes de esta financiación para poder desarrollar varios proyectos. Nos mantenemos a la espera porque nos afectaría en todo, principalmente en las obras de urbanización, acceso, conexión y movilidad que ya hemos empezado en el campus de Elche», indicó el vicerrector deInraestructuras de la UMH, Juan José Ruiz.

El Consell ha asignado este año a las universidades 769,1 millones. La mayor parte corresponde a la subvención ordinaria anual, que sube a 677,4 millones y que casi se destina al 100 % al pago de nóminas. Esta subvención es la misma que en 2006.