«Sólo Trump y algunas industrias, sobre todo petroleras y de transportes niegan el cambio climático y las evidencias científicas, pero soy optimista porque en el caso de Trump será una cuestión temporal y la concienciación ciudadana al respecto es cada vez mayor». Así se pronunció ayer el geofísico emérito de la NASA Benjamin Fong Chao que ayer inauguró el Aula de la Ciencia de la Sede de la Universidad de Alicante (UA) con su conferencia «Cambios globales: una visión científica espacial de lo que hacemos y no sabemos».

El reconocido científico rebate frente a quienes niegan que existe el cambio climático por intereses económicos o políticos que «para nostros está muy claro, el clima está cambiando y la causa es la acción del hombre. Al final la ciencia triunfará». No obstante, se muestra cauto a la hora de atribuir directamente los últimos desastres naturales al cambio climático porque «los datos que manejamos no superan los 60 años y eso en la historia es muy poco. Aunque observamos hoy más fenómenos como tormentas, tsunamis o erupciones de volcanes que hace 50 años, no sabemos si están directamente relacionados con el cambio climático». «Y esta es la principal razón por la que los que no creen atacan nuestras conclusiones», admitió. Sin embargo, tiene fe en el cambio de mentalidad que se ha producido en la sociedad y en la concienciación del problema.

Como ejemplo de la acción del hombre en el entorno, más allá de la polución, Fong Chao se refirió a las presas y al impacto que esta gran cantidad de agua puede tener sobre el subsuelo. «Si hay fallas debajo de ese peso extra se podrían llegar a romper y cada rotura provocaría un terremoto. El peso es tal que si se redistribuyera el agua de las presas que existen hoy en el mundo incidiría en la rotación de la tierra y en el campo de gravedad aunque sería un poquito y no lo notaríamos», indicó.

Por otra parte, como estudioso de las Ciencias de la Tierra Fong Chao explicó que fuerzas externas como la gravitación de otros planetas, el sol o la luna pueden afectar al clima de la Tierra al afectar a nuestra rotación. «Se trata de cambios muy lentos, de miles de años, pero muy fuertes. Sólo hay que recordar la Edad de Hielo que fue uno de esos grandes cambios del pasado», dijo. «Los provocados por el hombre son menos drásticos pero mucho más rápidos», concluyó.