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Un Erasmus voluntario

9 alumnos de la UA viajarán en breve a destinos europeos para ayudar en centros dedicados a la infancia, mayores, discapacitados y medio ambiente

Una voluntaria en un orfanato en Kaunas, Lituania. ua

Austria, Croacia, Eslovaquia, Italia, Polonia y Gran Bretaña serán los próximos destinos de nueve alumnos de la Universidad de Alicante (UA) que han decidido dedicar al menos dos meses de su tiempo a ayudar a los demás. Esta oportunidad llega de la mano del programa Servicio de Voluntariado Europeo de la que la UA es centro acreditado desde 2013. Desde esta fecha 25 jóvenes han participado en estas convocatorias.

Pese a que este servicio de voluntariado está enmarcado dentro del Programa Erasmus+ poco tiene que ver con las estancias en el extranjero para estudiar unos meses en países europeos salvo que se mueven en el mismo continente. Los alumnos o egresados -pueden participar jóvenes de entre 18 y 30 años- que acuden como cooperantes no lo suelen compatibilizar con su carrera y centran su estancia en labores asistenciales a niños, ancianos, discapacitados, inmigrantes y también a cuidar y difundir el patrimonio cultural o a contribuir a la protección medioambiental y desarrollo rural en los países de destino. El mínimo de estancia es de dos meses y el máximo de un año y entre la Unión Europea y la organización de acogida financian los gastos de desplazamiento, alojamiento, manutención y seguro médico.

No es fácil entrar en el programa aunque se ofertan cientos de asociaciones con las que colaborar. Los interesados deben adjuntar su curriculum, así como una carta de motivación para los lugares que escojan y competir con el resto de universitarios europeos para conseguir una plaza en las tres convocatorias que salen cada año. Por este motivo, desde el Secretariado de Proyección Internacional y Cooperación de la UA les ayudan en todo el proceso. Su directora, Reyes González, explica que «además de lo que aporta a nivel personal a los alumnos, las empresas cada vez valoran más que los jóvenes realicen este tipo de actividades porque demuestra compromiso, unos intereses amplios y variados, esfuerzo y capacidad de trabajar en equipo». «Realizar un voluntariado es una experiencia muy enriquecedora», añade. Además, González defiende la implicación de la universidad en este tipo de proyectos más allá del ámbito docente porque en la universidad «debemos contribuir a crear una ciudadanía comprometida, que no sólo sea buena y competente en el ámbito profesional sino que contribuya a crear una sociedad mejor al aplicar en su entorno lo que aprenden en el voluntariado internacional».

González recomienda plicar a varios proyectos y si están relacionados con sus estudios o con competencias adquiridas en otras de sus actividades mejor para tener más posibilidades.

Una vez en el destino, la entidad acogedora imparte a los alumnos un curso en el idioma del país y otro de voluntariado. Además, lo más normal es que allí coincidan con estudiantes de otros puntos de Europa.

La idea del Secretariado de Proyección Internacional y Cooperación es ampliar en los próximos cursos esta iniciativa fuera del ámbito europeo y poder ofrecer a los estudiantes proyectos en Amércia Latina y África.

Cooperación internacional

Por otra parte, también dentro de la cooperación internacional, el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales acaba de destinar 80.000 euros de fondos propios a catorce proyectos solidarios impulsados por profesores de la UA en los que participarán también alumnos y que desarrollarán hasta junio del año que viene. La mayoría se desarrollarán en América Latina, pero también hay proyectos en Mozambique, Marruecos y Líbano y van desde la formación hasta intervenciones en el desarrollo local, agrícola y sanitario.

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