Resistencia a la humedad, diseños y modelos originales, instalación rápida y fácil limpieza. Estas son solo algunas de las ventajas de los suelos vinílicos. Están de moda y al mismo tiempo son una alternativa económica para renovar la casa.

Está en boca de todos y su uso es cada vez más popular, en gran parte porque cumple con las famosas y demandadas tres 'b': bueno, bonito y barato.

Bueno

El suelo de vinilo aporta modernidad a cada rincón del hogar, y este luce renovado y flamante sin demasiado esfuerzo. Es un material tan versátil que resulta bueno para cualquier ambiente de la casa.

Bonito

Estéticamente se asemeja a la madera o la piedra y está disponible en colores realmente interesantes. Suele asemejarse a algún tipo de pavimento natural, cálido a la vista y al tacto.

Barato

Su precio es muy asequible. Es, sin duda alguna, la alternativa ideal para un presupuesto ajustado. Por ello destaca en el mercado y se vende en grandes cantidades.

Otras ventajas de los suelos de vinilo poco conocidas

Los suelos sintéticos de antaño eran poco utilizados, debido a que resultaban antiestéticos y venían en modelos anticuados y difíciles de combinar. Hoy, los pavimentos vinílicos son populares justamente porque han evolucionado y se han convertido en un auténtico "todo en uno": eficiente, higiénico y con un acabado profesional. A estos pros conviene que sumemos los siguientes.

Fácil y rápida instalación. Son prácticos y constituyen una solución integral. Para colocarlos no es preciso levantar el suelo existente (aunque sí se instala sobre una superficie nivelada), por lo que no requiere de costosas obras ni de profesionales expertos. Se pegan con cola o papel adhesivo, según se trate de suelo de vinilo en rollo o en láminas cuadradas o rectangulares. Tampoco requieren mover o quitar puertas, gracias a su grosor de menos de medio centímetro. Sí es preciso hacer los cortes (cuantos menos mejor) y las terminaciones para proporcionar un acabado perfecto. Por si fuera poco, su mantenimiento es sencillo y barato.

Gran variedad de modelos. Se adquieren en múltiples diseños y en una amplia gama de colores, ya sean mate o brillo. También los hay antideslizantes y en otras texturas y estilos, que simulan materiales tradicionales tales como la madera o la piedra.

Se limpian con facilidad. Solo necesitamos un paño húmedo y algún producto especialmente diseñado para pavimentos de vinilo. Conjuntamente, impiden la proliferación de ácaros y hongos. Esta característica los convierte en un tipo de suelo muy seguro, en especial para la habitación y sala de juego de los más pequeños.

Son excelentes como aislantes acústicos. Aminoran el impacto de las pisadas (por amortiguación) y reducen el ruido que estas provocan.

Más de 15 años de vida útil (y hasta 25). Gracias a sus cuatro capas (de poliuretano, transparente, de diseño y antihumedad), son fuertes y 100 % resistentes al deterioro, incluso en espacios de muy alto tránsito (pasillos, cocina o garaje).

Da gusto pisarlos. En efecto, son agradables al contacto. Andar descalzo sobre pisos de vinilo brinda una sensación sumamente satisfactoria.

Especialmente prácticos para su instalación en la cocina y el baño (no así en la zona de la ducha). Se debe a que son pavimentos resistentes al agua y, en su versión antideslizante, brindan resultados excelentes.

Suelos 100 % impermeables. La impermeabilidad es una propiedad más que interesante en ambientes en los que el suelo es húmedo; sobre ellos, el vinilo es de lejos la mejor opción.

Brindan confort térmico. Son suelos que aportan calidez al tacto y, en invierno, mantienen una temperatura estable. Constituyen una alternativa perfecta en hogares con un sistema de suelo radiante.

Se cambian rápido. Cuando se tengan ganas de cambiar el estilo de la casa, lo más fácil es levantar un suelo de vinilo y reemplazarlo por otro de diferente diseño y color. Así, la casa se renueva sin más y en un santiamén.

Amortiguan las caídas cuando se adquieren con una capa extra, preparada específicamente para propiciar la máxima amortiguación.

Algunos inconvenientes de poca envergadura

El principal es que son suelos propensos a rayarse. Por otra parte, como casi todos los modelos suelen ser imitaciones de madera u otras texturas lisas, los impactos se notan poco. Pero eso no es todo: al sol, se decoloran. Su baja resistencia a las altas temperaturas sí que supone un problema, por lo que se ha de tener la precaución de utilizarlos en ambientes no expuestos directa y permanentemente a la luz solar.

En resumidas cuentas, los suelos vinílicos son una excelente alternativa a la hora de dar un lavado de cara a una vivienda sin necesidad de una inversión de tiempo y dinero significativa.