Dicen algunos estudios que consumir helado provoca en el cerebro el mismo efecto y el mismo placer que cuando escuchas tu música favorita o te toca un premio de lotería; simplificando, podríamos decir que el helado nos hace felices. De diferentes sabores y variados y llamativos colores y con toques nostálgicos nos evoca recuerdos, pero por encima de todo, recuerdos de verano y de infancia.

Nos trasladamos en el tiempo y hacemos repaso de los helados que nos marcaron la infancia, las tardes de verano, y que a día de hoy seguimos recordando como adultos y contamos a nuestros menores: desde el corte de helado (de nata, chocolate y vainilla o nata, chocolate y fresa) que no podía faltar de postre después de una bandeja de sardinas, un arroz a banda en su paellera con las servilletas de papel en las asas para no quemarnos y una jarra de sangría en un chiringuito de verano de la costa alicantina. Para finalizar estas comidas venía la guinda con los helados industriales que marcaron épocas.

Los carteles reclamo de Frigo, Miko, Camy y Avidesa estaban en todas las cafeterías, heladerías, restaurantes o chiringuito de cualquier paseo turístico, y competían en creatividad y originalidad de sus helados y sus cartelerías cada temporada.

Te venías abajo cuando te decían «de ese no nos queda, sólo los que tienen el precio marcado». Incluso había algunos que marcaban en su palo premios dónde te regalaban otro. Eso cuándo eres pequeño y estás en verano era cómo si te tocará el euromillón.

Frigo fue la primera empresa española en producir helados de forma industrial en 1927. Todos recordamos los emblemáticos helados cómo Drácula (1977), Frigodedo (1980), Frigopie (1983), Calippo (1984), Twister (1986), y Magnum Frac (1991) alguno de ellos todavía en cartel.

Por otro lado estaba la empresa Camy, que se convirtió en la marca estrella de helados de Nestlé que compró otras marcas míticas de helados españolas como Miko y Avidesa. La primera tenía entre sus buques insignia a helados como Mikolápiz, Pirulo y Fantasmiko, además de los Colajet, Cornetos, Crocanti o Cortes ya en los 90.

Respecto a los helados Avidesa, fundada por el empresario valenciano Luis Suñer, gozó de gran popularidad gracias a la publicidad que realizaba de sus productos asociados a patrocinios deportivos como marca oficial de la selección española en el mundial de España del 82, o el patrocinio del equipo de balonmano de Alcira. Pero su mayor éxito no fue deportivo sino con los famosos sándwich de nata, los Apolos, y no podemos olvidarnos de Semaforito y Trafikito.

Lo que no sabían todos estos empresarios es que con los helados que producían, más que sabores inolvidables estaban creando sabores de recuerdos.