Elegir cóctel puede ser un reto para aquellos que no son extremadamente sibaritas con las bebidas, aunque tras disfrutar de la primera experiencia es habitual repetir. Por ello, proponemos hacer un recorrido por los principales combinados que más se disfrutan en la época estival, relacionándolos con las distintas personalidades que podemos encontrarnos habitualmente.

El veraniego

Estás deseando que suene el teléfono para hacer algún plan, porque hasta que lleguen tus vacaciones, te apuntas a cualquiera.

El verano te gusta, y te gusta mucho. Normalmente en invierno no eres de los que salen a menudo, pero entre el calor y la jornada reducida, tienes hasta antojos... ¿De qué? De un mojito, sí. Fresquito, con toque mentolado... riquísimo. Y tú eres además de los que mastican el hielo picadito, que te parece de lo más refrescante y la mejor medicina para un calor horrible.

Aunque el mojito sea tu básico, te animamos a que puedas degustar otros cócteles que, a pesar de tener base distinta, también pueden sentarte mejor que bien: Mojito, Pink Mojito, Daikiri, Piña Colada... ¡De uno en uno!

El clásico

Que haya tantas opciones para tomar una copita te parece estupendo. Pero tú, en invierno y en verano, disfrutas de tu bebida favorita. Tienes hasta el gesto para pedirlo: te estiras un poco para atrás, levantas la cabeza y entonas tu carta de deseos: ¡Un gin tonic, por favor! Con una rodaja de lima, fresa, regaliz, el mítico pepino, piel de naranja, anís, bayas de enebro... Puedes probar todas las combinaciones posibles, pero la base, es la base.

El viajero

Lo tuyo es el exotismo. Lo mismo te gusta viajar a la India que a China o Canadá. Siempre tienes ganas de probar cosas nuevas y tienes una personalidad camaleónica como ninguna.

Los sabores te encantan, tienes un armario con prendas dispares, y un domingo puedes ir a hacer deportes de aventura o quedarte en casa con una película o un libro. Lo tuyo es viajar desde cualquier lugar, y cuando ves una carta te vas a lo más original.

Para ti, un San Francisco te encaja un viernes, Marmelade de Melocotón el sábado siguiente, y el jueves un Tequila Sunrise y así, en unos días, te has hecho un viaje de miles de kilómetros desde un vaso con hielos.

El alcohol free

Salir te encanta, eres quien lidera las conversaciones, quien le pone más cabeza a los asuntos y también, quien siempre lleva el coche y hace de taxista para los demás. Tú te apuntas a todo y a probarlo todo, pero pones la coletilla de: «Sin alcohol, por favor».

Puedes probar la cerveza, pero siempre «sin», o un mojito, pero «0,0». Además, los combinados te gustan porque el dulce es lo tuyo y la granadina, el licor de manzana y todos los destilados «sin» te parecen el invento del siglo.

Casi no notas la diferencia y, además, beber alcohol te sienta fatal. Los domingos son para disfrutarlos desde bien temprano, con lo que, cualquiera de los preparados de estas características te pueden servir perfectamente.

Bebida de moda

Hoy en día el gin tonic sigue siendo, si es que en algún momento ha dejado de serlo, el cóctel de moda por excelencia. Los hay tan diversos, tan exquisitos, tan agradables, como lugares en los que poder disfrutarlos.

Para conocer el origen del gin tonic debemos remontarnos a finales del siglo XIX y localizarnos en la India, donde nos encontramos con dos historias distintas acerca del nacimiento de esta bebida espirituosa.

La primera hipótesis se apoya en que un alto cargo del ejército británico con motivo de festejar la conquista de las tropas indias agregó a su tónica un poco de ginebra, surgiendo así una mezcla majestuosa.

La segunda, se distingue de la anterior en que habla de que las tropas británicas incorporaron ginebra a la tónica, que tomaban para evitar ser infectados de la malaria, con la finalidad de enriquecer su sabor. Sea una teoría o la otra la verdaderamente cierta, las dos suponen el descubrimiento, por mera casualidad, de una de las bebidas más exitosas desde ese preciso momento hasta ahora.

Y es que como en su propio origen consta, uno de los motivos principales que hacen a este cóctel tan especial es su enriquecedor sabor. Sobre todo, cuando se hace uso de Ginebras Premium.

Ahora bien, ¿qué es realmente lo que diferencia al gin tonic del resto de cócteles? Lo más característico que hemos de destacar de esta combinación, es la innovación continua que observamos en la creación de nuevas variedades de sabores tanto en ginebras, como en tónicas.

Un hecho que proporciona un amplio abanico de posibilidades al consumidor donde poder elegir, atendiendo a toda clase de gustos. Existen de todo tipo, desde el más clásico con un toque sutil de enebro, pasando por el más afrutado que triunfa por su dulzor, hasta el más aromático con destellos florales.

Un hecho que también seduce a los consumidores es su proceso de elaboración extremadamente cuidado, pudiéndosele añadir todo tipo de complementos al gusto como son: frutas, especias o golosinas.

Siendo lo más importante en este caso, el hecho de que cada consumidor tenga la posibilidad de darle el acabado perfecto a su bebida predilecta, y de que le haga sentir mientras la esté bebiendo que es única.

Lo que sobresale de este cóctel por encima de todo es la experiencia que aporta a la persona que lo consume, capaz de despertar sus cinco sentidos. Y es que los gin tonics, han pasado repentinamente de ser únicamente consumidos por un reducido público en el ocio nocturno, a ser el cóctel más demandado en todo tipo de ámbitos: en las terrazas, en los chill out de las playas más visitadas, en los after works más divertidos o en las reuniones de amigos más largas.