La falta de deseo sexual se define como un bajo nivel de interés en las prácticas sexuales. Esta alteración en la respuesta sexual, al igual que las disfunciones en la excitación y el orgasmo, pueden deberse a alguna afección física, por lo que siempre se recomienda acudir a un especialista.

Pero, además, intervienen factores psicológicos como el estrés y el cansancio, por lo que alejarnos de la rutina, como suele pasar con la llegada del verano, es el aliciente idóneo para explorar la intimidad y nuevas alternativas lúdicas en pareja.

Esta disminución del deseo sexual puede afectar a cualquier persona, ya que todos estamos expuestos al estrés del día a día, la falta tiempo en pareja o de habilidades eróticas, entre otros. Sin embargo, existe una mayor incidencia en el caso de las mujeres, desde las más jóvenes hasta la pre y posmenopausia.

Entre las causas que disminuyen la libido se encuentran el reajuste hormonal y psicológico en la etapa de postparto, uno de los periodos en los que la mujer sufre más a nivel tanto físico, por la recuperación que necesita tras el embarazo y el parto, como mental, ya que durante este tiempo la atención se vuelca por completo en el recién nacido. Por este motivo el propio cuerpo reduce su libido debido, principalmente, a la preocupación generada por la supervivencia del bebé y por el propio agotamiento del organismo.

Por otro lado, el uso de anticonceptivos hormonales, como la píldora, usada por aproximadamente el 17% de las mujeres españolas, así como el resto de las presentaciones como el anillo vaginal, los parches, etc., Contienen diversas hormonas que disminuyen la liberación de hormonas propias de la mujer con el fin de evitar la ovulación.

Recomendaciones para mejorar la líbido

Entre las recomendaciones que los expertos hacen para mejorar las relaciones durante estos momentos destacan:

  • Buscar un espacio en el que relajarse y centrarse en la pareja con el fin de retomar la intimidad perdida, sobre todo en etapas de mucho estrés o cuando hay un recién nacido en casa.
  • Juegos y estímulos pueden ayudar también a recuperar el interés, saliendo de la rutina y convirtiendo ese momento en algo diferente y especial. Se pueden incluir otros elementos en las relaciones que aporten mayor fantasía: novelas o películas eróticas, velas aromáticas, etc.
  • Clima propicio. La primavera y el verano son las dos estaciones del año más propensas a favorecer las relaciones sexuales. El calor, el mayor número de horas de luz o los días libres ayudan a recrear momentos y situaciones perdidas en los meses anteriores, en los que la intimidad de la pareja se vio afectada.

La pérdida de la libido es muy común por lo que se aconseja acudir a un especialista, además hoy se dispone de soluciones de origen natural que demuestran ser efectivas para actuar de forma eficaz y agradable, sin tener que preocuparse por posibles efectos secundarios. Los médicos son los primeros que pueden ayudar a descubrir cuál es el problema y cuáles son las medidas a emplear para paliarlo.