Considerada por algunos «la mejor barra del mundo», Nou Manolín (Alicante) y su creador Vicente Castelló (siempre junto a su esposa, Vicen), conforman uno de los eslabones más importantes del desarrollo gastronómico alicantino. Ahora, en Alicante Gastronómica, se homenajea a esta figura destacada del panorama alicantino.

Inicio del Grupo Gastronou, a este emblemático establecimiento se suman hoy el restaurante Piripi, la enoteca Vadevins y Populi Bistró, regentados por los hijos de la pareja fundadora, José Juan y Silvia Castelló.

Hasta mañana, 25 de febrero, el pabellón 1 de IFA acoge Alicante Gastronómica que muestra una amplia oferta de especialidades gastronómicas de la provincia, denominaciones de origen, marcas de calidad, productos de la tierra, ecológicos, artesanales, así como vinos y bebidas típicas, equipamientos o servicios, por medio de talleres, show cookings, concursos y catas (de la mano de Estrellas Michelín y Soles Repsol).

Además de homenajear a figuras de relevancia en este sector. Una iniciativa de la Diputación y Cámara de Comercio alicantinas e IFA con el apoyo de la Generalitat Valenciana.

¿Qué le parece el homenaje que le van a rendir?

Me siento muy agradecido por este reconocimiento y más siendo mi «terreta», rodeado de gente que conoce mi trayectoria y mis inicios en la Plaza de España.

También se homenajea a Joël Robuchon y a Miguel Pérez Mejías (El Jumillano) ¿Qué destacaría de su relación con estas figuras de nuestra cocina?

Estoy muy orgulloso de compartir con Robuchon y Miguel de El Jumillano este homenaje. Ojalá estuvieran en este momento a mi lado.

Robuchon llegó a la barra del Nou Manolín gracias a Juan Moll que fue el primero que le habló de nosotros. Al entrar, a las 8 de la tarde (siempre llegaba a la misma hora), quedó impresionado al ver llegar todo el marisco, pescado, etcétera, de las lonjas de Santa Pola y Dénia. La frescura de nuestro producto y el desenfado de nuestra barra, unido a un excelente servicio, enamoraron a Joël. Era un gran cliente, pero también era exigente, como la mayoría de nuestra clientela.

Joël nos posicionó dentro del mundo de la alta cocina. Los grandes chefs tuvieron curiosidad y quisieron conocer nuestras barras. Siempre estaremos agradecidos. Muy agradecidos.

De Miguel diré que era «Mi amigo», poniendo la palabra amigo en su significado más sincero. Sin ser familia, como ejemplo diré que mis hijos siempre lo llamaron tío Miguel. Una amistad como la nuestra sólo la podía romper lo que ha sucedido.

Como profesionales de la gastronomía, siendo los dos competitivos, nunca tuvimos un roce. Ante nuestros compañeros de profesión demostramos que la amistad no está reñida con la competencia.

Cuántos años compartiendo nuestros ratos libres, viajes, aficiones, y, como no, degustando gastronomía fuera de nuestras casas.

Miguel era un gran profesional, en mayúsculas. Alicante ha tenido mucha suerte de tener durante tantos años un restaurante como El Jumillano.

¿Cómo beneficia a Alicante la celebración de Alicante Gastronómica: II Encuentro del Estilo de Vida Mediterráneo?

Sin duda es un gran beneficio. Es poner a Alicante donde debe estar, es colocarla en el mapa. Hay que agradecer a las instituciones, tanto privadas como públicas, el apoyo a esta feria y cómo no a Carlos Baño y a su equipo, gracias.

¿Qué supuso para usted que le concedieran el Premio Nacional de Gastronomía el pasado año?

Una sorpresa muy agradable, ya que nunca me moví buscando reconocimientos. En este premio creo que fueron decisivas varias circunstancias, el que Robuchon nos diera a conocer a un público más profesional, la concesión de otros premios muy relevantes como los otorgados por Rafael García Santos y la Academia Valenciana de Gastronomía a las dos mejores barras de España, también el momento de auge actual de las barras en toda España y, sin duda, el que en la actualidad, después de casi 50 años el Nou Manolín y 25 el Piripi, ambos estén a un magnífico nivel, y esto es gracias a la generación actual que es la de mis dos hijos, José Juan y Silvia, de los cuales estoy muy orgulloso.

¿Qué destacaría de la gastronomía alicantina?

Destacaría su alto nivel, y sobre todo la materia prima que tenemos en esta tierra. En estos años se está reconociendo más, pero porque estamos teniendo mayor visibilidad.

Sin el apoyo y trabajo de su esposa ¿cree que hubiera llegado al mismo lugar en el que está ahora?

Vicen, por suerte para mí, también venía de familia de hosteleros. Vivimos juntos todas las vicisitudes de nuestra trayectoria. Lo suyo fue siempre una colaboración total y de una forma discreta (como es ella). Estos premios son tanto míos como de Vicen. Son compartidos. Ambos comenzamos todo esto juntos y en esos primeros años hubo que trabajar mucho y los dos lo hicimos.