Las clásicas mezclas de sabores en platos cómo el melón con jamón serrano, berenjenas con miel, las delicias de Elche (dátiles con bacon) o las fresas con cava, las hemos aceptado en muchas de nuestras comidas o cenas cotidianas y raramente sorprenden.

En ocasiones cuando se nos han acabado ciertos ingredientes en la cocina, o simplemente estamos aburridos de los mismos alimentos preparados de la misma manera una y otra vez, jugamos a ser «creativos cocineros». ¿Quién no se ha inventado alguna versión de un plato o alguna combinación extraña de alimentos, que en realidad es deliciosa?

A continuación os dejamos 5 combinaciones que aunque puedan parecer extrañas, a veces, pueden resultar deliciosas y sobre todo una nueva experiencia de nuestro sentido del gusto.

Las combinaciones desconocidas o inusuales nos pueden provocar cierto rechazo visual, pero una vez superada la barrera psicológica, pueden resultar una buena experiencia culinaria que podemos replicar para sorprender a nuestros invitados en cualquier evento social.

Combinación de sabores

Pero no todo es improvisación de sabores, en 2010 un libro titulado «Papilas y moléculas» de François Chartier fue catalogado el mejor libro de cocina del mundo en la categoría de innovación.

Chartier, canadiense, escritor, sumiller y cocinero, fue el inventor del movimiento de la sumillería molecular y uno de los máximos expertos en el mundo del vino y del maridaje, que se ha dedicado desde hace más de treinta años a investigar con entusiasmo el entendimiento entre los diferentes alimentos y la relación entre los alimentos, los vinos y la gastronomía.

Despertó el interés de Ferran Adriá en la creación de algunos platos de sus menús durante los años 2009-2010. Un libro más que recomendable, dónde nos explica que la combinación de sabores y la relación entre los alimentos científicamente y que no tiene que ser una cosa de locos. Simplemente es cuestión de gustos.

- Fresas con vinagre balsámico

Aderezar fresas con vinagre balsámico, a ser posible en su formato de crema balsámica de Módena, puede en principio sonar raro. Todo el mundo lo suele hacer con zumo de limón, nata, azúcar o helado. Pero esta combinación agridulce es realmente deliciosa. Y por supuesto, mucho más saludable.

- Chocolate negro con queso parmesano

Si os dijera que estos dos ingredientes son el matrimonio perfecto de la combinación de sabores, ¿me creeríais?. La combinación del chocolate negro amargo, no dulce, con el sabor del queso parmesano. También puedes optar por fundirlos en un delicioso sándwich.

- Mejillones con patatas fritas

No, nos estamos volviendo locos. Es uno de los platos más famosos de Bélgica «moules-frites», incluso uno de los más internacionales. Estos mejillones son famosos también en Francia que se suelen servir en la cazuela dónde se han cocinado, mezclados con mantequilla, chalotas (si no encontramos, podemos sustituir por la parte blanca de un puerro y un poco de ajo, nos dará un sabor similar) y apio.

- Café con queso

Aunque la combinación del café y el queso no es nueva como es el clásico tiramisú, gran combinación de mascarpone y café, también es tradicional y típico del norte de los países escandinavos un café solo al que se le añaden cubitos de queso seco (Juustoleipä).

En Francia, concretamente en París la moda en el café matutino es mojar el queso maroilles, queso de leche de vaca, semisuave y con un fuerte olor. Otra de las opciones es la de maridar quesos cremosos como el Brie y Camembert son los más recomendables si el café es de cuerpo ligero y acidez alta.

- Anchoas con leche condensada

Puedes replicarlo en forma de montadito o en pequeñas tostas. Cuanto de mejor calidad sean las anchoas más rica resultará la combinación, ya que la leche condensada le aporta el contra sabor dulce que al salazón le falta. La receta es más que sencilla para elaborarla: Tostar ligeramente el pan, untar el pan con leche condensada y poner encima dos anchoas bien escurridas.