El Museo Valenciano del Juguete organiza, en la zona exterior del mismo, el III Mercadillo del Juguete de Ibi durante el sábado 20 y el domingo 21 de octubre. En él participarán veinte vendedores profesionales y no profesionales de juguetes con más de 35 años de antigüedad y procedencia española preferentemente.
Con la ayuda del Ayuntamiento y la colaboración especial del Hospital del Juguete de Madrid, el evento tiene como objetivo promover el conocimiento de la historia del juguete a través del Museo, dar a conocer la ciudad al colectivo de coleccionistas y aficionados a este mundo y poner en contacto al público en general con el mundo del coleccionismo de juguetes.
Durante el fin de semana, el sábado de 10 a 21 horas y el domingo 10 a 14:30 horas, el Museo Valenciano del Juguete celebrará jornada de puertas abiertas, con lo que se podrá acceder de forma gratuita a visitar la exposición permanente, así como la exposición temporal monográfica que se inaugura con motivo del mercadillo.
La presente edición del mercadillo estará dedicada a la empresa ibense Juguetes y Estuches (Jyesa). También habrá talleres para niños y desde el Ayuntamiento se organizarán visitas guiadas a lugares de la localidad relacionados con el juguete.
Origen del Museo Valenciano del Juguete
El Museo Valenciano del Juguete nació en Ibi, pueblo reconocido en su momento como centro español del juguete. Abrió sus puertas en 1990 y, desde entonces, trabaja para dar a conocer el patrimonio juguetero conservado. La mayor parte de los juguetes que conforman los fondos del museo fueron fabricados en Ibi durante el siglo XX.
La industria del juguete fue fundamental para el desarrollo de la localidad, en la que llegaron a existir más de setenta empresas jugueteras, convirtiendo una pequeña villa rural en un pueblo eminentemente industrial.
Los juguetes fabricados en su localidad han formado parte de la infancia de muchos niños de todo el mundo y en la actualidad despiertan pasiones tanto entre los coleccionistas como entre los que los vuelven a descubrir en el museo trasladándose a momentos vividos guardados en el fondo de la memoria.
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