En el siglo XIX, ingenieros detectaron que la diferencia del nivel entre la pleamar (marea alta) y la bajamar (marea baja) era menor en la costa de Alicante. Desde entonces, podemos presumir de contar con la "cota cero", una referencia que mide el nivel de altitud del mar para toda España.

No obstante, como somos un territorio de contrastes, y gracias a nuestras impresionantes zonas de interior, también somos una de las provincias más montañosas del país.

Valles, castillos, cascadas y remansos de agua, espacios verdes, montañas, cascos históricos y, ante todo, paz y mucha tranquilidad. Cinco zonas del interior de Alicante a las que no les hace falta mar, porque brillan por sí mismas. Y es que, al otro lado de la playa, la belleza también se siente y se respira.

Alcoy

Alcoy es una de esas ciudades del interior de la provincia de Alicante que goza de un ambiente especial y que sorprende a todo aquel que la visita. Rodeada de naturaleza, y a escasos kilómetros del parque natural de la Font Roja, no solo destaca en Navidad por su Cabalgata de Reyes Magos (la más antigua de España) o durante sus fiestas de Moros y Cristianos.

Alcoy tiene mucho que ofrecer: el casco histórico, el Círculo Industrial ubicado en un emblemático edificio modernista, la Plaza de España con su iglesia de Santa María, la Llotja de Sant Jordi donde se hacen exposiciones; el icónico Puente de Sant Jordi, la Plaça de Dins, entre otros maravillosos rincones.

Castell de Guadalest

Lo repetimos constantemente, pero es que Castell de Guadalest es una de las joyas de la corona de la provincia de Alicante. Una villa de auténtica postal que está incluida dentro de la red de la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España. Su gran embalse, en el que puedes navegar con un barco turístico solar, sus vistas panorámicas a la sierra desde el castillo y su paisaje de ensueño te transportarán a un cuento de hadas.

Petrer

Otra localidad del interior con mucho encanto. De Petrer destaca su ruta histórica con visitas gratuitas por la villa, desde la Plaça de Baix hasta su castillo del siglo XII, pasando por la iglesia de San Bartolomé, la Plaça de Dalt, el arco del castillo, las casas-cueva de la muralla, la imagen de la Virgen del Remedio o su horno romano. Por no hablar de su novedosa experiencia shopping junto con Elda: "Día 37", basada en la industria del calzado y bolsos de ambas poblaciones.

Polop de la Marina

La subida al castillo de Polop de la Marina y su entorno merece la pena ser visitado. En esta localidad de la Marina Baixa, conocida por el agua y sus fuentes, también podrás recorrer su casco histórico, sus pequeñas callejuelas con encanto, y, cómo no, descubrir su Plaza de los Chorros, donde te relajarás con el sonido de los 221 caños de agua cayendo. Una plaza semicircular que fue construida en honor a los pueblos más representativos de nuestra provincia.

Callosa d´en Sarrià

Muy cerca de Polop de la Marina hay otro municipio donde el agua es más que un pilar fundamental. Callosa d´en Sarrià alberga uno de los parajes naturales más preciados de toda la provincia Alicante: Les Fonts de l´Algar. En él descubrirás un increíble paisaje con espectaculares cascadas, fuentes manantiales que brotan de la roca, y "tolls" (remansos de agua) en donde se pueden tomar refrescantes baños de aguas puras y cristalinas.