Netflix estrenó el pasado viernes una nueva serie de terror, "Marianne", y algunos fanáticos del género ya se han atrevido a compararla nada menos que con "La Maldición de Hill House". Mucha distancia habría que salvar, desde luego, para ponerla al mismo nivel.

"Marianne", una producción francesa de 8 capítulos, nos cuenta la historia de Emma, una escritora de éxito gracias a sus novelas de terror sobre un espíritu femenino demoniaco (la que da nombre a la serie) y a la joven que lucha contra ella, que no es más que un trasunto de sí misma.

La actriz Victoire Du Bois protagoniza esta serie en la que el director y coguionista Samuel Bodin juega (demasiado) desde el primer episodio con planos subliminales, de menos de un segundo de duración pero bastante obvios, para intentar meterte el miedo en el cuerpo.

Algunas escenas tienen una factura inquietante y logran el efecto deseado, mientras que otras rozan lo grotesco al pasarse de frenada. La delgada línea que separa el susto de la risa floja es muy fácil de cruzar a veces viendo "Marianne".

Marianne, poseída por los efectismos al uso

Si "La Maldición de Hill House" reinventaba con maestría y originalidad el subgénero de las casas encantadas, "Marianne" no logra hacer lo mismo con el de las posesiones diabólicas. Dicho de otro modo, Samuel Bodin no es, a día de hoy, Mike Flanagan.

La malograda "Outcast", con todos sus defectos, que no eran pocos, apostaba de una forma más decidida por aportar algo de aire fresco al universo de los demonios invasores de cuerpos.

En "Marianne" Bodin se limita a jugar con recursos efectistas pero no muy efectivos. Con claras influencias de la estética del terror japonés, apenas unas gotas de innovación en la narración consiguen salvar los muebles de una serie que se puede ver como aperitivo, mientras esperamos la llegada en 2020 de "Bly Manor", la segunda temporada de "La maldición de Hill House".

La mayor losa de "Marianne" es llegar con la etiqueta puesta de "la sucesora de" porque eso predispone al público a pedirle mucho y bien es cierto que se trata de un entretenimiento goloso y superior al de gran cantidad de títulos de terror que se pueden ver en los últimos tiempos en el cine.