Los asuntos relacionados con los ataques informaticos y los 'hackeos' a grandes compañías, como el caso de Sony, son tema de preocupación para el Gobierno de Estados Unidos. Tal es la magnitud del asunto que si hace unas semanas el presidente Barack Obama proponía el cumplimiento de "penas mínimas de tres años" para los 'hackers' que atenten contra la seguridad nacional, ahora el Pentágono considera los ciberataques como "actos de guerra".

Según ha informado el diario The Wall Street Journal, el Pentágono ha asegurado que "el sabotaje informático" que proceda de otro país puede llegar a considerarse como "un acto de guerra", lo que abre la puerta a que por primera vez los EE.UU. puedan responder a este tipo de ataques con la fuerza militar tradicional.

La primera estrategia formal sobre el ciberataque por parte del Pentágono, cuyas partes no clasificadas se espera que se hagan públicas en el mes de junio, representa un primer intento de "lidiar con un mundo cambiante" en el que un 'hacker' podría suponer una amenaza tan importante como aquella dirigida a los reactores nucleares de los EE.UU. o a las líneas del Metro de la ciudad de Nueva York.

Por su parte, el Pentágono pretende que este plan sea tomado como una advertencia a los potenciales adversarios de las consecuencias de atacar a los EE.UU. de esta manera. "Si se cierra nuestra red eléctrica, tal vez vamos a poner un misil por uno de sus chimeneas", aseguró un funcionario militar.

Los recientes ataques a los sistemas propios del Pentágono, así como el sabotaje del programa nuclear de Irán a través de 'Stuxnet' han hecho que EE.UU. desarrolle un enfoque más formal en cuanto a los ataques cibernéticos se refiere. Este fin de semana, la compañía Lockheed Martin, un contratista militar importante para el gobierno estadounidense, reconoció que había sido víctima de una ataque y que estaba trabajando en minimizar su impacto.