Para dar la bienvenida a un nuevo miembro de su familia SUV, Audi ha desarrollado la plataforma Audi Q3 Cube Experience. Se trata de un cubo especular que representa las características del nuevo Q3, la nueva generación SUV, traduciéndolas en una experiencia espacial: un SUV urbano, eficiente y compacto. El Qube 3 se podrá visitar del 12 al 22 de mayo (de 11:00 a 23.00 hrs) en el Moll del Rellotge, situado en el Port Vell de Barcelona

Hace tan sólo unas semanas Audi desveló el nuevo Audi Q3 en el Salón de Shangai, ahora le toca el turno a la ciudad Condal y para ello, tal y como sucedió con el lanzamiento del A1 en el AreA1, en pleno centro de Barcelona se erigirá el Qube 3, un cubo de superficie especular y un altura de 14 metros que refleja las calles, las casas y los viandantes en sus fachadas fusionándolos con su entorno.

El cubo mágico, con cada uno de sus lados flanqueado por un Q3, establece un juego de interacción visual entre su fachada especular y los diferentes espacios de su entorno; se funde con él, crea nuevas imágenes y entrelaza diferentes perspectivas.

Su interior recibe al visitante con una emocionante interpretación del espacio: paredes de espejo semitransparentes velan la reproducción de videos, superficies reflectantes de cristal negro y en el centro un escenario circular sobre el que se alza el nuevo Audi Q3.

De todo ello surge una experiencia espacial cuya materialidad y juegos visuales parecen desvanecer las barreras entre espacios. Una extensión infinita que lo refleja todo: el automóvil, al visitante, la luz y el movimiento. Así es como esta "maravilla de espacio" reproduce literalmente en su interior las virtudes del Audi Q3: un SUV compacto que concilia las más elevadas expectativas de diseño con un volumen interior sorprendente.

Al abandonar este espacio, el visitante se adentra en un circuito temático cuyas instalaciones y exposiciones interactivas escenifican las cualidades del nuevo Q3. Allí nos espera una fascinante "instalación-maravilla de espacio", una pared guarnecida con los más diversos objetos que tendrían cabida dentro del vehículo, o una maqueta de bolas rodantes, una muestra de eficiencia que, como en un túnel de viento, bordea la silueta del Q3. También encontramos un configurador como juego de dados táctil que permite combinar diferentes tapicerías de cuero, pinturas y llantas.

Es entonces cuando se nos revela la construcción en forma de cubo dentro de cubo que nos abre el paso a lo largo de una arcada en torno al cubo interior, y cuando descubrimos que partes de la fachada especular no son sino un espejo espía que nos ofrece vistas del Audi Q3 aparcado en el exterior y las hace interactuar con las obras expuestas en el interior.