Las botellas de plástico están hechas de petróleo: se necesitan 100 mililitros de petróleo para producir una sola botella. No solo la producción supone un peligro para el medio ambiente, sino que la eliminación de residuos es también una carga enorme.

Si se incinera el plástico, se producen vapores tóxicos y así contaminan el medio ambiente. En España el 50% de plástico va a los vertederos. Una botella plástica tarda más de 1.000 años en degradarse, y mientras tanto la lluvia arrastra químicos tóxicas al suelo. Se puede pensar, que el reciclaje es la solución: En España el 66% de los envases de plástico ya está reciclado. Este número suena bien a primera vista. Pero la verdad es que solo un 7% se usa para fabricar nuevas botellas. La mayoría se reciclan en productos de menor calidad, que no pueden ser reciclados indefinidamente.