Había una vez un topo que vivía feliz corriendo por debajo de las huertas, cavando túneles y asomando el hocico a la superficie. Hasta que una inundación destruyó su hogar y lo arrastró a un pequeño aeropuerto cercano. El topo, asustado al principio, empezó a soñar con volar? Se tumbó panza arriba y movió las patas, imaginando cómo haría para volar. Más que volando, parecía que estaba nadando de espaldas, torpemente por cierto. Y es que para un pobre topo ciego no es fácil hacerse una idea de lo que es volar. A partir de 8 años.