Una vez, un niño que se llamaba Tonino fue al colegio sin saberse la lección y temía que el maestro le preguntase.

«¡Ay!», decía para sí, «ojalá pudiera volverme invisible…»

El maestro pasó lista, y cuando llegó al nombre de Tonino, el niño respondió: «Presente», pero nadie le oyó. El maestro comentó en voz alta:

-¡Qué pena que Tonino no haya venido! Justo hoy había pensado en preguntarle la lección. Si está enfermo, esperemos que no sea nada grave.

Así fue como Tonino comprendió que se había vuelto invisible, tal como había deseado.

A partir de ese momento, Tonino comenzó a divertirse: saltó desde su pupitre hasta la papelera y se movió por toda la clase, tirando del pelo a los niños y volcando los tinteros. Los alumnos protestaban y las peleas parecía no tener fin; se acusaban unos a otros del alboroto que se había armado y no podían sospechar que la culpa la tenía Tonino el invisible.

Cuando se cansó de aquel juego, Tonino salió del colegio y se subió a un trolebús.

Actividades

1. ¿Alguna vez has deseado hacerte invisible? Si ha sido así, ¿qué lo ha motivado?2.- En la asamblea de clase podemos hablar de las cosas que a cada cual le gustaría hacer en caso de ser invisible y también de los inconvenientes que ello supondría.3.- Imagina la historia de un niño que siente miedo ante cualquier dificultad y no sabe cómo superarlo. Escríbela y envíala acompañada de un dibujo, tu nombre, apellidos, curso y colegio a: grupoleoalicante@gmail.com