Los colmillos de marfil arrancados a unos 6.700 elefantes por cazadores furtivos en Kenia han sido incinerados cerca de Nairobi. Un total de 105 toneladas de marfil (el equivalente al 5% de las existencias mundiales) apiladas en enormes piras han sido pasto de las llamas en un gesto del Gobierno del citado país para demostrar su compromiso en la lucha para salvar la población de elefantes, combatir la caza furtiva y el tráfico de marfil. La quema simbólica se realiza tras la cumbre asiático-africana «The Giants Club», celebrada recientemente en Laikipia (Kenia), sobre la lucha contra la caza furtiva de animales.