6 lunesAlgo ha fallado
La pesadilla de cualquier abogado es que el testimonio de uno de sus testigos le perjudique en lugar de favorecerle y el daño se agrava cuando la catástrofe ocurre en un proceso penal, donde no se discute la propiedad de las lentejas sino si tu cliente tendrá que comerlas en prisión. Hoy se ha producido uno de estos divertidos disparates durante la declaración de un mando de los «mossos» en el juicio a los golpistas catalanes. El buen hombre había sido citado por la defensa de Jordi Sànchez para que acreditara la voluntad pacificadora de éste cuando la turba asedió a la comisión judicial que practicaba diligencias en una «conselleria». Lamentablemente, el «mosso» ha descrito al acusado como un frenético pirómano antes que como un voluntarioso bombero. En uno de esos momentos impagables que de vez en cuando desbaratan los mejores propósitos, el abogado defensor ha intentado entonces con muecas de acidez que su testigo no fuera demasiado locuaz, mientras que la risueña parte contraria le animaba a que siguiera trenzando la soga. Solo en España o en una película de Billy Wilder es posible que la defensa proporcione un testigo de cargo a la acusación.
7 martesSonámbulos
El presidente en funciones y obvio candidato a la investidura ha iniciado contactos con el resto de líderes excepto Abascal y Junqueras. Existe una explicación geográfica para ambos casos: Junqueras reside en prisión y Abascal en Covadonga. De pastelear con el primero se encargará Iceta y, en cuanto a marginar a Vox, la deconstrucción que no reconstrucción de la derecha es una bendición mariana que Sánchez pretende visualizar hasta que se congelen las cenizas del infierno. Los amantes de la tragedia griega pueden escarnecer con el paripé entre el presidente y nacionalistas; los de la comedia costumbrista, con los ímpetus ministeriales de Iglesias y los requiebros incómodos de Sánchez; pero si se quiere disfrutar de una zarzuela castiza con reparto de Berlanga, nada es comparable al «ménage à trois» de la derecha. Tres son multitud, pero ¿qué hacer cuando dos también lo son? Casado ha sugerido que la solución para despejar el escenario sería que Rivera apoyara a Sánchez, la fórmula insuperable para que Ciudadanos deje de ser simultáneamente partido de gobierno y de oposición.
8 miércolesEnemigos íntimos
Alguna vez he comentado que en mi pueblo celebramos el «Día Mundial Sin Ruido» con salvas de cohetería. No me sorprendió por ello que anoche estallaran dos cohetes cerca de casa e intuí inmediatamente el motivo: el Barcelona había sido eliminado de la Champions. Cabía la posibilidad de que un seguidor del Liverpool hubiera visto el partido en Elche y fuese aficionado a la pirotecnia, pero me incliné por la hipótesis de un madridista con una estimable dosis de rencor acumulado. Celebrar la derrota ajena es una de nuestras peculiaridades idiosincrásicas y tanto da que el éxtasis proceda del fútbol como de la política o de un concurso de tortilla de patatas. Imaginé al vengador en el salón de su casa con el rostro pegado a la pantalla, su grito de júbilo tras el pitido final del árbitro, la carrera apresurada al trastero donde guarda los cohetes y la expresión resignada de su mujer que está planchando su chándal del Real Madrid, el traje de los domingos. Antes de subir a la terraza, él admite con sadismo: «Eran para celebrar la decimocuarta, pero así voy a disfrutarlos más». Lo espeluznante es que lleva razón.
9 juevesPasadas las horas, siglos fueron
Antes de Trump, comprender la política arancelaria era una tarea fatigosa sólo al alcance de economistas y productores afectados por la guerra de precios entre países. Ahora basta un tuit: «O los chinos firman el tratado o no venderán aquí ni palillos de arroz». Trump no ha sido tan gráfico, pero la esencia última de su discurso es esta. Las bolsas se han desplomado y yo he comenzado a revisar la parábola de la mariposa que aletea en China y provoca un maremoto en California. La mariposa está en Washington y el epicentro del maremoto en Wall Street. Supongo que la visión de Trump es distinta: la mariposa cojonera tiene ojos rasgados y vengan maremotos. Es fascinante que sucesos tan lejanos como incomprensibles puedan amenazar el porvenir de millones de laboriosas hormiguitas que no entienden de balanzas de pagos y creen que «proteccionismo» es el nombre de una vacuna multiusos; pero lo cierto es que la expectativas de nuestros chiringuitos playeros, un ejemplo, dependen de un inescrutable grupo de chinos que venden barato y de un presidente cacharrero que quiere ser reelegido.
10 viernesJa sóc aquí
Y el verbo se hizo carne y presidió el Senado. En una implacable adaptación a la política de la «aproximación indirecta» patentada por Federico «el Grande», Pedro «el Audaz» ha ofrecido a Miquel Iceta la presidencia del Senado, la Cámara habilitada para tramitar una eventual segunda edición del 155. Ante la improbabilidad matemática de que la derecha recupere el poder a corto plazo, hacer presidente del Senado a alguien que aceptaría un referéndum de autodeterminación si lo pidiese la mitad de los catalanes es de una coherencia estremecedora. En cuanto al respeto a los procedimientos legales, siempre es posible parafrasear bíblicamente: la ley se hizo para el hombre y no a la inversa. Las consecuencias previsibles serán un nuevo Estatuto tan inconstitucional como el anterior, beneficios penitenciarios primero y medidas de gracia después para los condenados por el Tribunal Supremo, y por último algún tipo de consulta difusa que admita interpretaciones contradictorias. Lo fundamental es que Iceta considera más peligrosos a Casado, Rivera y Abascal que a Junqueras y Puigdemont. Sánchez no, pero le interesa que el bulo prospere.
