„Veamos, hijo. Lo nunca visto es una frase difícil de encajar por aquí. Porque aquí hemos visto de todo? ¡pero de todo!
„Quizá?
„Te recuerdo que por aquí ha subido la familia de Luis XVI con las cabezas entre los brazos, el inventor del motor de agua y Hitler más quemado que el cenicero de un bingo.
„Pues esto no se le queda atrás.
„¡Me tienes es ascuas, JC!
„La cápsula, Pa, ¡La cápsula!
„Per? dón??? ¿Una cápsula? ¿Qué le ha metido San Valor al chocolate de tu desayuno esta mañana?
„No, Pa. Una cápsula revolucionaria. Verás. Se trata de un artilugio inventado por un tal doctor Philip Nitschke, al que algunos ya llaman «doctor Muerte».
„¿Doctor Muerte? No entiendo nada.
„Ahora lo entenderás, Pa. Paciencia. Resulta que Philip Nitschke es un firme partidario de la eutanasia y en 1996 pasó a la historia como el primer médico en administrar, legalmente, una inyección letal a uno de sus pacientes.
„Vaya con el tal doctor Muerte. ¡Qué majete! Espérate a que suba por aquí.
„Eso ya llegará, Pa. Pero ahora ha inventado una cápsula en forma de sarcófago donde la persona entra, pone un código y se llena de nitrógeno.
„¿Y eso es divertido?
„Es letal, Pa.
„¿Cómo es eso?
„Verás, Pa. Se trata de la primera máquina específica para el suicidio. Y se puede imprimir en 3D en casa del paciente.
„¡Por favor!
„El candidato entra en la cápsula, introduce un código y pulsa un botón que apunta el cielo, iniciando la secuencia.
„Muy oportuno el temita del cielo? me estoy comenzando a enfadar.
„Espera, Pa. Para poder usarla, el candidato deberá completar un formulario online con el objetivo de evaluar sus facultades mentales. Si supera la prueba obtendrá un código válido durante 24 horas.
„¡Estupendo!
„Tanto en el momento de su apertura como el de su clausura, la cápsula solicitará repetidamente la confirmación de que el sujeto desea completar la operación. Y una vez lanzado no habrá dolor, se va remplazando gradualmente el oxígeno dentro de la máquina por nitrógeno. De esta manera el candidato no sentirá nada ni tendrá problemas respiratorios. Ni siquiera se dará cuenta de la sensación de falta de oxígeno.
„Me lo estás poniendo tan bonito, JC? ¿No te das cuenta que se trata de morir? ¿Y que eso era hasta ahora decisión nuestra?
„Sí, Pa. Pero los tiempos cambian. Si hemos permitido a los humanos controlar su natalidad, dominar mil y una enfermedades, poder destruir su planeta una y veinte veces y elegir la manera en la que quieren vivir? ¿No crees que ya es hora de que les permitamos elegir cómo quieren morir?
„No estoy convencido, francamente.
„Mira, Pa, conceder un derecho no lo convierte en obligación. Admitir el matrimonio homosexual no obliga a nadie a casarse con un descargador de contenedores, y admitir la cápsula no significa que todo el mundo tenga que imprimirse un par en su casa. Pero si alguien desea hacer el viaje de ese modo? ¿por qué impedírselo?
„No estoy convencido, JC.
„En muchos países, el suicidio no es ilegal, solo ayudar a una persona a conseguirlo lo es. Y yo, francamente, prefiero que un humano apriete un botón a que se tire a las vías del AVE.
„¡¡¡No estoy convencido, JC!!!!
