Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Verdades contundentes

Vengo sentenciador, como un alto magistrado que se cree en posesión de la verdad, aunque sabe que el límite que la separa de la no verdad es mínimo. Le transmito algunas.

n No sé sí sabe que, en la losa de una sepultura, y grabado en piedra para que persistiera, podía leerse: como te ves, me vi; como me ves, te verás.

El olor y el sabor a ajo lo impregnan todo, pero sólo disfrutan de él los que les gusta; igual que la sinceridad o la honestidad.

Para alcanzar algo difícil, para conseguirlo, es clave creer que puede hacerse, si no ni siquiera lo intentamos. De alguna manera querer es poder.

Donde los barcos están más seguros es en el puerto, pero no se han hecho para ello, sino para que salgan y naveguen.

Los prejuicios condicionan tu razonamiento; si crees que algo es bello cuando lo ves te ratificas, si crees que una ciudad es sucia, cuando la visitas te reafirmas en tus ideas.

Muchas cosas en la vida son como un espejo; como ves a los demás, ellos te ven a ti. Si crees que son cariñosos, ellos lo piensan de ti. Si que son bobos, ellos te lo atribuyen.

Ir por la vida con las gafas adecuadas te permite gozar de ella, si las equivocas y ves todo negro tu vida será triste y difícil, tras un bello viaje en crucero si retienes que la última cena la comida estaba sosa, te equivocaste con ellas; por favor, elige las correctas.

El amor es la única medicina que lo cura todo: incluso la tristeza, el dolor y te ayuda a superar cualquier mala situación.

Las religiones han sido y posiblemente son las mayores fábricas de esperanza; nos lo ofrecen en espera de que llegue el más allá, aunque nadie sabe en realidad qué es eso.

La medicina es la profesión que más te acerca a la realidad de los humanos; otras les ayudan mucho, incluso los alimentan, o a través de la razón los filósofos, pero son los sanitarios los que permanecen más cerca de los hombres, les acompañan y tratan de ayudarles para que sean felices.

No conozco un estudio científico sobre ello, pero creo que los españoles vamos al médico más que a las iglesias y creo que a las tabernas.

Lo que mejor detiene la caída del cabello es el suelo.

Es increíble la fe que la sociedad tiene en las pruebas diagnósticas, cuando muy pocas de ellas pueden asegurar de por sí el diagnóstico de una enfermedad, o excluirla.

El más sabio del mundo decía que sólo sabía una cosa, que no sabía nada.

Muchos utilizan sus orejas para ponerse piercings o pendientes, no han aprendido que pueden ser su conexión más potente con el mundo; escuchar nos permite enriquecernos más que el dinero en el conocimiento o de lo que nos rodea.

Dicen que algo tendrá el agua cuando la bendicen y otros que mejor será el vino cuando lo consagran. La realidad es que somos agua y no vino, sin duda podemos mejorar.

Si muchos supieran que están hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir, que son como pequeños dioses caminando por la vida, disfrutarían más de ese paseo.

Es muy fácil prometer y no dar; casi tanto como dar para esperar recibir.

Sabe que alguno caminaba por la vida quejándose de no tener zapatos, cuando miró hacia atrás y vio que otros le seguían sin tener pies, y lo que es mejor: ¡sonriendo!.

Importa más quedarse ronco de cantar que dañar los ojos por llorar; el problema es que no podemos elegir cuál de esas enfermedades tener.

Es mejor que a uno le salgan ampollas de disfrutar que tener la piel sana por no hacerlo.

El edificio más grande del mundo es nuestro corazón, en él caben a familia y docenas de amigos.

La mejor paella que puede degustar no tiene arroz sino una mezcla de afecto con cariño y con amor. Puede añadirle además unas gotas de alegría.

La mejor atadura es el abrazo afectuoso de alguien que te quiere.

Dicen que la fe mueve montañas, yo le digo que la razón, países o continentes, pero aun mueve más la sinrazón.

Admiramos al sastrecillo valiente que mató a siete moscas de un golpe, por fortuna eso no lo hacemos con los tiranos que son capaces de matar a cientos de un solo golpe, y esta vez humanos.

Discutimos si venimos del homo sapiens o del homo neandertalis. Viendo la desigualdad y pobreza que hay en el mundo yo creo que descendemos del homo stupidus, pero lo somos tanto que aún no lo hemos descubierto.

He empezado a creer en los milagros; me dicen que cada vez viviremos más y, aunque parezca increíble, mejor. ¡Qué extraño es nuestro mundo en el que a veces cuesta más bajar que subir! Por ej. respecto al poder, las riquezas o la salud.

Muchos priorizan tener razón a ser felices; yo me pregunto: ¿si creen tener razón para que necesitan que se la den?

Los hay tan tontos que creen que no puede volar porque tienen pies, no saben que se vuela con la imaginación y que para ello no se necesitan alas. Basta con una cabeza que funcione bien.

Sabe que hay quien padece vigorexia, una especie de obsesión por tener más masa muscular, en general son jóvenes que pasan muchas horas en el gimnasio, toman suplementos de proteínas y a veces hormonas. Los que padecen de mentorexia sólo piensan en tener muchas y nuevas ideas. Ejercitan sin parar el conocimiento.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats