Mide 1,88 metros. Buena planta. Antonio José Berenguer Verdú, Toni, siempre destacó en los estudios. Sus amigos de Onil le llaman «El Pita», en referencia al filósofo y matemático griego Pitágoras. Hijo de profesores de instituto, Toni alternó sus excelentes calificaciones escolares con el atletismo en las pistas del Centre Esportiu Colivenc. A los 16 años, compitiendo en categoría cadete, fue subcampeón de España en lanzamiento de jabalina. Corría, saltaba y tiraba a las órdenes de dos grandes entrenadores: Jesús Gil y José Antonio Ureña, padre del actual «recordman» en la especialidad de decatlón. Siguió hasta los 19 años en pruebas combinadas.
Decidió dejar la lanza, la pértiga, las balas y las carreras. La criatura estudiaba Telecomunicaciones en la Universitat Politècnia de València con más matrículas de honor y sobresalientes que notables. Se hizo con el título de ingeniero. Sin suspensos. Fue el número dos de su promoción. Se integró como becario en un departamento de investigación como doctorando. Con un trabajo sobre electromagnetismo computacional, algo así como un proceso de la interacción de campos electromagnéticos con los objetos y el medio ambiente, logró la calificación de Cum Laude.
También cursó un máster en finanzas cuantitativas, sector en el que Toni se siente cómodo. Empezó a colaborar con empresas en el desarrollo de programas informáticos para operaciones matemáticas en bolsa. Sigue en ello.
Pero a los 25 años a su vida arribó otro camino. Un amigo le comentó que un fotógrafo (Darío Piquera) buscaba modelos. Toni colocó sus fotos en Facebook y en Instagram. Pocos días después participó en su primera sesión ante las cámaras. Entró de lleno en el mundo de la imagen. Posó para fotógrafos como Pas Ibáñez y Rafa Catalá, entre otros. Salió a la escena «con nervios de impresión». Ha desfilado en la Semana de la Moda de Valencia, de la mano del estilista Josep Lozano; en Pasarela Cibeles, mostrando al público diseños de Francis Montesinos, y en medio centenar de pases de diferentes creadores.
Sus inicios fueron en la pasarela Fashion Week, a orillas del Turia. Allí llegó tras ganar un concurso de nuevos modelos organizado por El Corte Inglés y el portal «levante-emv.com». En esa época su labor de maniquí era una afición, pero ya es su oficio.
Sólo lleva cinco años como modelo. En jornadas de frío y de calor. Fue portada de la revista de vida saludable por excelencia, Mens Health, tras ganar la selección del nuevo cuerpo de esta publicación para 2014. Con todos los abdominales en su sitio, el físico de Toni llegó a todo el mundo, iniciando una carrera profesional como modelo que aún no ha cesado. Ha soportado más de un centenar de sesiones para mostrar productos de Hugo Boss, El Corte Inglés, Cortefiel, Kinoa, Pikolinos, Carrefour, entre muchas, o la promoción del Hotel Meliá.
Su familia sigue en Onil, donde Toni aparece cuando puede. El padre, profesor de Ciencias, se jubiló; su madre sigue impartiendo Matemáticas en el instituto Le Creueta. Es el mayor de tres hermanos. También estudia Ciencias Exactas en la UNED y colabora en diversas empresas como experto ingeniero ingenioso. Entrena dos horas cinco días a la semana: pesas y corretear a cielo abierto.
Medalla de bronce en la Olimpiada de Matemáticas de 2004. Un fenómeno. Cuerpo y talento. Y, encima, es un hombre normal.
