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El supremo dobla el espinazo

El supremo dobla el espinazo

5 lunesZONA CERO

Hace un año, dos guardias civiles y sus parejas fueron agredidos en Alsasua por un grupo de simpatizantes de ETA. Alsasua es uno de los forúnculos navarros del nacionalismo vasco y, como cualquier microcosmos crispado por la intolerancia, padece una caricatura de convivencia. Ayer, varios partidos y organizaciones «españolistas» (por seguir un cliché basto pero reconocible) homenajearon allí a la Guardia Civil en un acto que fue replicado por grupos de disidentes (entre ellos Josu Zabarte, alias «El Carnicero de Mondragón» y culpable de 17 asesinatos, que observaba desapasionadamente a los familiares de sus víctimas) con lanzamiento de piedras, una alfombra de excrementos en la plaza y repiqueteo de campanas belicosas. Transcribo el titular de la agencia EFE, que parece redactado por El Carnicero de Mondragón: «Miles de personas defienden a Alsasua frente al agravio de España Ciudadana». Aunque el presidente de EFE se disculpó horas después, otros despacharon a los asistentes como «ultraderechistas» y el portavoz del PSOE en el Senado descendió a las catacumbas de la bajeza negándoles la condición de víctimas de ETA. Uno de los peligrosos «ultraderechistas» era Fernando Savater y compartió escenario con un tal Ortega Lara, que como todo el mundo sabe no estuvo secuestrado durante 532 días.

6 martesMÁRTIR EN SERIE

El campanero de Alsasua anda de enhorabuena: el Tribunal de Estrasburgo ha anulado la sentencia que condenó a Otegui por colaboración con banda armada. El motivo es la falta aparente de imparcialidad de una de las magistradas que le juzgó, ya que la justicia comparte con la mujer de César el peaje de las apariencias y las imágenes del juicio sugieren que a la magistrada no le hubiese importado bañar en azufre al acusado. Otegui, otro matarife de despacho que supedita el dolor ajeno a objetivos políticos, ha saludado la noticia con un elocuente «España no es un país democrático», sonsonete habitual entre los aliados del presidente Sánchez que sin duda la vicepresidenta Calvo aclarará con su peculiar lógica: la frase «España no es un país democrático» no significa necesariamente que España no sea un país democrático. Fuera del GAL, un episodio torpemente sanguinario antes que una pauta antiterrorista, las instituciones españolas han sido infinitamente más benévolas con Otegui que las británicas con el IRA, las alemanas con la Baader-Meinhoff, las italianas con las Brigadas Rojas o las francesas con corsos, bretones y «pieds-noirs» argelinos.

7 miércoles

SIN NOVEDAD

No es la primera vez, y sospecho que tampoco será la última, que recurro a la gracieta de Voltaire: «Si alguna vez ve saltar por la ventana a un banquero, salte detrás. Seguro que hay algo que ganar». Aunque Voltaire se refería a los banqueros suizos, el modelo se ha universalizado y ahora cualquier banquero sabe saltar con agilidad suiza por una ventana. El epílogo que Voltaire descuidó mencionar es que los banqueros siempre aterrizan sobre una montaña de heno y nosotros sobre el empedrado. En el caso de los gastos hipotecarios que la banca fue condenada a devolver hace unas semanas, cabe constatar algunas obviedades previsibles: el Tribunal Supremo ha rectificado con estética bochornosa, la banca se ahorra entre 6.000 (la hipótesis más benigna) y 16.000 millones (la cantidad estimada si la retroactividad superaba los cuatro años), y las hipotecas serán más caras ya que el prestamista se blindará frente a eventuales sobresaltos. Es fantástico que la «estabilidad del sistema» siempre sea financiada por los menos pudientes.

8 jueves

PEQUEÑECES

Anduvo picaruelo el presidente Sánchez colocándose al frente de la manifestación contra jueces y banqueros al prometer que ningún español volvería pagar impuestos por su hipoteca. No le creyó ni el ujier que le servía agua, pero el tremendismo de la política española exige esencialmente desplantes toreros y titulares mayúsculos con faltas de ortografía. Tras este «se van a enterar» efímero, regresan las certezas. Una especialmente chusca es que las comunidades autónomas con los impuestos hipotecarios más elevados son Andalucía y Aragón, gobernadas por PSOE y Podemos. Cualquier farsa tiene algo de absurdo. Menos poética que el presidente y Pablo Iglesias, dispuestos a asaltar el Tribunal Supremo como si fuera la Bastilla, la ministra Calviño guardó un silencio delator horas más tarde mientras compartía merienda en Santander con la familia Botín. Nadie parecía preocupado y con motivo: si han sido capaces de doblar el espinazo al Tribunal Supremo con una sesión de Bolsa y media docena de llamadas por el teléfono rojo, ¿alguien duda de que la vida seguirá igual para truhanes y señores, hey?

9 viernesEL SEÑUELO

Rompió la mañana de ayer con la detención en Tarrasa de un francotirador que planeaba atentar contra el presidente Sánchez por su pretensión de exhumar los restos de Franco. La Policía había sido alertada por unos wassaps amenazantes que el detenido había enviado a algunos compañeros de prácticas de tiro. Era inevitable la imagen de un Oswald con el tatuaje del yugo y las flechas en el antebrazo apostándose en la terraza de El Corte Inglés a la espera del convoy presidencial. Aunque, según el escéptico monitor del club donde practicaba, el detenido es un tirador mediocre que utilizaba un rifle de balines, la Policía halló un respetable arsenal en su domicilio y parece acreditado que sufre un severo trastorno mental. Sin embargo, existe un matiz que desbarata el síndrome de magnicidio: la detención se produjo hace dos meses y el individuo sigue en prisión preventiva. Alguien malintencionado sospecharía que el departamento de efectos especiales de Moncloa ha filtrado con dos meses de retraso una conspiración de esta gravedad porque al Gobierno se le agota el plazo para exhumar a Franco antes de que sus socios lo inhumen a él.

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