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Las medallas

Las medallas

La película documental «This is Congo» (2017) intenta explicar la complicada situación política de la República Democrática del Congo (RDC). El hilo argumental está basado en la figura del jovencísimo coronel del ejército Mamadou Ndala. La cámara le sigue en su lucha contra el grupo rebelde M23, el más importante grupo guerrillero del país (hay más de 20 grupos en la RDC). El coronel Ndala consiguió ganar la guerra y expulsar del país al M23. Los rebeldes se vieron obligados a huir a los países vecinos Uganda y Ruanda. Era el fin de la guerra. A la vuelta a la ciudad de Goma, Mamadou Ndala fue aclamado como un héroe por la población. Gritaban su nombre y se agolpaban alrededor de su vehículo. Ndala dio una improvisada rueda de prensa ante los medios de comunicación internacionales. Pero mientras Ndala estaba hablando, llegó el jefe del Estado Mayor, apartó a Ndala y le dijo a los periodistas: «Dirijan las preguntas a mí, Mamadou no era el jefe de operaciones». Da rubor ver el gesto en la película, créanme. El general explicó a los periodistas que la victoria, realmente, se cocinó en la capital Kinshasa y en su cuartel. Mientras, la multitud seguía coreando el nombre de Mamadou.

La expresión ponerse una medalla tiene todo el sentido en este suceso. Ponerse medallas es una práctica de algunos directivos de empresas. Apropiarse del éxito de un empleado no es infrecuente. Las razones de este comportamiento siempre tienen que ver con la necesidad de legitimación de ese profesional en el puesto que desempeña. Bien porque se le ha ascendido a dedo, porque el puesto le supera, o porque lo ha heredado, y eso le crea inseguridad.

Gestionar a un directivo medallista no es sencillo, ya que el primer problema es que, al margen de la chanza que genera entre el resto de los compañeros, es esta una de las actitudes más complicadas de corregir porque toca una variable muy sensible: el reconocimiento social. Hay personas que matarían por tener unos minutos de gloria. Explicar a estos directivos que el éxito es fruto del trabajo en equipo es predicar en el desierto. La solución puede estar en hacer notar que, sin el concurso de él, las cosas tampoco saldrían. Ninguno de los periodistas que entrevistaban a Ndala pensaría que el joven coronel había actuado en solitario, sin consultar antes algunas decisiones o tácticas de guerra con el Estado Mayor en Kinshasa, por ello la victoria en la guerra contra el M23 era un triunfo de todos. El segundo problema es que este tipo de directivo entra en un círculo amplificador de su problema, ya que cada vez está más aislado por sus empleados y, por tanto, su necesidad de reconocimiento es mayor. La gestión de las personas en las organizaciones es una gestión de egos, siempre.

Meses después de la victoria contra el M23, el coronel Ndala fue asesinado por el ADF-NALU, otro de los grupos rebeldes de RDC. Un general que habla con la cara tapada dice a la cámara que «no fue el enemigo quien mató a Mamadou, fue la envidia de otros lo que acabó con su vida». La película funde en negro y muestra el siguiente texto: «Dos coroneles de las Fuerzas Militares de RDC fueron declarados culpables de contratación de rebeldes apoyados por Uganda, para asesinar a Mamadou Ndala por 20.000 dólares». Como decía antes, hay gente que mata por una medalla. Poca broma.

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