Tras cinco años apartado de la primera línea de las organizaciones empresariales, y con todos los cismas patronales que ha habido de por medio, ¿por qué da el paso justo ahora?
Nunca he estado tan lejos. He estado en el comité de la Cámara y de vicepresidente en la Federación del Comercio, y sigo el día a día, continúo recibiendo los resúmenes de prensa... Y la actualidad está ahí y lo necesitaba también. Cuando te acercas mucho, al final, caes.
En su día fue bastante crítico con Coepa e incluso fue el artífice de la modificación de los estatutos de Cepyme para independizarse de la confederación. Sin embargo, ahora asume las riendas de Uepal, la organización que espiritualmente es la heredera de Coepa. ¿Cómo se explica esta evolución?
Yo no creo que Uepal sea la heredera de Coepa, y no es renunciar a nada, porque Coepa hizo una muy buena labor y ha tenido un peso importante en el desarrollo económico de la provincia a lo largo de 25 años que han sido intachables. Cuando entré yo como presidente de Cepyme, estaba Joaquín Rocamora. Fueron los últimos momentos de esa época, y a partir de ahí se cometieron errores importantes. Estaba en manos de lo que yo llamaba el aparato, y tenía una función volcada casi exclusivamente en la formación y en otros menesteres que, al final, no eran para los propios asociados, que son los empresarios. Cumplía otra función que no era para la que estaba creada dentro de la sociedad, y eso es lo que reivindicaba. No veíamos esa representatividad. Creíamos que era ya parte de la Administración, era muy dependiente tanto de las ayudas y subvenciones como de la formación. De todos modos, eso no empaña la labor que se hizo en otro momento. Pero, bueno, ésta es una organización totalmente nueva y con un espíritu más parecido al que podía tener en su momento Cepyme.
Sí, pero se les sigue asociando a Coepa. ¿Es necesario desmarcarse de la antigua confederación?
Yo miro hacia adelante. Aquí lo que se defiende al final es una idea. Se tiene una ilusión y un proyecto, y lo que hay que hacer es enamorar a la gente con ese proyecto. Si vives de añoranzas, no tienes futuro. Yo lo que tengo son esperanzas e ilusión. Existe un espíritu y un empresariado dentro de esta provincia que lo que quiere es trabajar por y para la Comunidad, y por y para España. De la misma manera, lo que queremos nosotros es saber quiénes somos, y tener una estructura independiente y autónoma que nos permita tomar nuestras propias decisiones.
¿Se llegó a postular usted o le consta que alguien propusiera su nombre para suceder a Rosana Perán en la CEV tras su dimisión?
Sí.
¿Usted mismo?
No, yo ni me postulé para la CEV, ni me postulé para Uepal ni me postulé para ninguna otra.
¿Y qué pasó entonces?
Que me gusta construir desde la base hacia arriba. Era un reto importante, porque es verdad que se pueden cambiar las cosas desde dentro. Me lo planteé, pero contesté que no.
¿Hay algo de revanchismo en el paso que acaba de dar en Uepal?
No, y rotundamente no. Si se tiene que construir, y a lo mejor suena muy romántico, es desde el amor, desde la convicción de que quieres algo. El espíritu no es ir contra nadie, ni el mío ni el de nadie que esté cabal o que quiera estar aquí. Además, estamos abocados a estar juntos. No hay otro futuro. Creo que seremos importantes para CEV Alicante y CEV Alicante lo va a ser para nosotros.
¿Aún a costa de que ustedes tengan que integrarse en la CEV?
¿Cómo que a costa? No, no, el futuro es estar integrados todos en una estructura que es la CEV autonómica. Alabo la labor que ha realizado Salvador Navarro en unos momentos tan difíciles, y con tanta desunión, y sin mentalidad asociativa dentro de la autonomía, para poder constituir lo que ha construido, que es una CEV autonómica envidiable. Aunque en estos momentos se ha tenido que hacer de arriba a abajo. Nuestro espíritu es, desde nuestra singularidad, aportar al conjunto.
¿Y es posible esa unidad con la CEV a día de hoy?
Si fuese posible a día de hoy, sería hoy. No, lo que necesitamos es un camino. De momento, vamos a ver.
¿En qué condiciones debe darse esa unidad o esa integración?
Lo único que tiene que aparecer es una estructura autónoma provincial, y que sea solvente. Y, evidentemente, que esa estructura tenga una proyección no sólo autonómica, a través de la propia CEV, sino que tiene que ser también nacional y tener en cuenta Bruselas. Los intereses nuestros los tenemos que defender nosotros, no esperar que nos lo defiendan los demás.
Entiendo, por lo que dice, que considera que no hay una estructura provincial autónoma...
No, yo digo que la priorización de los asuntos la tenemos que hacer nosotros, no los demás.
¿Por parte de quién hay más reticencias para lograr esa unidad? ¿Por parte de Uepal o de la CEV?
Las reticencias vienen siempre desde el desconocimiento. Cualquier relación se basa en la confianza y, en este momento, no ha habido el acercamiento suficiente para que exista un acercamiento entre ambos. De todos modos, agradezco mucho que me reconozcan y me valoren como un posible adversario, que no lo soy, porque eso es que me reconocen una capacidad que he demostrado en otras ocasiones. Llegué a ser, además, presidente de Cepymeval, que es autonómica, con el apoyo, siendo vicepresidente mío, de Salvador Navarro. Incluso el jueves le recordé a Rosell que en su primera elección aporté a la asamblea de CEOE dos votos, y he demostrado sobradamente que tengo capacidad como para trabajar con una visión autonómica de esta Comunidad que tanto quiero.
Su principal compromiso es lograr una organización única. ¿Qué hará si no se logra?
Si no creyera que puedo conseguirlo, no me habría embarcado en este proyecto. Espero conseguirlo antes. Si llego a los cuatro años, habré fracasado.
Y, mientras tanto, ¿puede ser viable una patronal sin representación institucional y estando al margen de la CEOE?
Sí, claro. Todas las ideas y todos los proyectos nacen con un interés y con un objetivo, y lo que te motiva es el objetivo y creer que puedes conseguirlo, y eso te lo da el respaldo que tengas, la gente de alrededor. Cuando te embarcas en un proyecto, es porque ves que tiene cabida y porque la sociedad reclama y te da un espacio, lo que quedó demostrado en la asamblea. Ese espacio tienes que intentar vertebrarlo, darle un sentido y una viabilidad, lo que se conseguirá con el tiempo. Si ya estuviese todo conseguido, no estaría aquí.
Cada vez hay más organizaciones que se están decantando por la doble militancia. ¿Van a hacer algo?
Al revés, ése es nuestro nicho ahora. Hay muchas más organizaciones dentro de la CEV, aunque creo que más por interés que por convencimiento. Esa doble militancia me permite que estén allí por interés y en nuestra casa por convencimiento.
Por tanto, por parte de ustedes va a haber vía libre para estar en las dos organizaciones, ¿no?
Totalmente. Espero ser contestados con la reciprocidad pertinente, porque es verdad que a las grandes les están dejando con mucha facilidad, pero a las pequeñas se les amenaza si entran con Uepal.
Es una acusación grave...
Es real. Hay gente que tiene ferias que se ponen en peligro, hay gente que tenían despacho y si no renuncian pierden derechos adquiridos dentro de sus instalaciones anteriores. En este momento, CEV Alicante está de inquilina en su propio edificio, y hay quien se conforma con eso y hay quien no.
¿Qué van a hacer para ir captando asociados?
Primero hay que consolidar Uepal con las asociaciones que la han fundado. A partir de ahí, lo único que hay que hacer es abrir las puertas. La gente irá viendo cómo vamos trabajando y lo que vamos haciendo, y que estamos construyendo por y para, no contra nadie. Cuesta mucho que la gente tenga mentalidad asociativa, somos muy individualistas. La crisis también nos llevó a eso. El asociacionismo empieza a surgir ahora de nuevo, pero para construir. Por eso, en el momento en el que con los hechos demostremos las palabras, estoy seguro al cien por cien que estarán ahí.
¿Cuáles son los principales argumentos con los que convencer a la gente que aún no está en Uepal?
El tiempo. No es cuestión de decir los argumentos, sino de ponerlos en práctica.
¿Puede acabar pasando factura el discurso antivalenciano y antiCEV que se da en algunos sectores allegados a Uepal?
Es verdad que hay discursos de este tipo, pero no es el discurso de Uepal. ¿Puede pasar factura? Sí, pero a los que tienen ese discurso les pasará factura en los órganos de Uepal.
Más allá de los pasos hacia esa unidad y hacia la captación de asociados, ¿hacia dónde va el futuro inmediato de Uepal?
Mi discurso en la asamblea ya marcó unas pautas. Empezaremos a afianzarnos como interlocutores dentro de las instituciones que tenemos más próximas, y trabajaremos con la Cámara de Comercio lo más próximo que podamos, con CEV Alicante siempre y cuando considere que debemos estar ahí, con las universidades, y, por supuesto, con nuestros interlocutores administrativos, en este caso, la Diputación. Poco a poco, si nos vamos consolidando y lo vamos haciendo lo suficientemente bien, nos iremos ganando un crédito que seguro que nos llevará a otros ámbitos.
¿Y qué pasa con el Consell?
Por la ley que se impuso desde la Conselleria, es verdad que somos autonómicos, pero no por vocación. Nosotros somos provinciales y con quien hablamos es con la Diputación. Vamos a defender nuestra provincia y nuestras comarcas. De hecho, una de las primeras cosas que se va a hacer es tener una reunión con las comarcas. Además, es necesaria gente libre, independiente, ilusionada, con futuro, y esas son las personas que llevarán las riendas de Uepal. Si entra ahora mismo a llevar una bandera gente que tiene mucha mochila y poco futuro, nos va a traer eso.
Le replanteo la pregunta: ¿Están rotas las relaciones entre Uepal y el Consell?
No, no. El señor Climent tenía una reunión con Uepal justo la misma semana que yo iba a ser presidente. Baena se iba y yo venía, y se ha aplazado. Además, si el primer conseller con el que tengo que hablar es mi súperbien considerado Rafa Climent, no va a haber ninguna dificultad, porque hay muy buenas relaciones.
¿Qué se va a primar a la hora de diseñar sus órganos directivos?
Estarán representados todos los sectores y todas las asociaciones que forman ahora mismo la asamblea.
Siglas al margen, ¿es posible la unidad empresarial en la provincia?
Soy geógrafo y es verdad que el territorio determina mucho las regiones funcionales y las personas que en ellas viven. Son muchos pequeños núcleos de desarrollo en una sola provincia, cada uno tiene su personalidad propia, y no existe una capitalidad. Eso dificulta enormemente que exista una unidad en la provincia de Alicante. Y yo no voy a decir que sea bueno, pero con grandes guerreros se hacen buenos ejércitos, y todos han tenido que librar batallas y reinventarse cientos de veces para poder mantener la economía de la provincia donde está. Por eso, el hecho de liderar un proyecto provincial es posible, siempre y cuando se respete la autonomía, la independencia y el sentir de esa gente, y eso es lo que puede permitir ser capaces de tener objetivos comunes.
Habló mucho de liderazgo tras su proclamación. ¿Por qué ha sido tan complicado en los últimos años que haya algún liderazgo claro en esta provincia?
Lógicamente, en los últimos años, la crisis ha llevado a que cada uno se encerrara en su propia empresa. Y, fuera de eso, la geografía marca.
