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El zaplanismo como epidemia

El zaplanismo como epidemia

21 lunes

LAS ÚLTIMAS BANDERAS

No sé si Rajoy es una fábrica de separatistas catalanes como alardean los cómicos de TV3, pero ya no cabe duda de que la Generalitat manufactura nacionalistas españoles a ritmo de taller clandestino. Es apasionante cómo ha ido evolucionando la respuesta colectiva ante el deterioro de la situación: hace unos meses, el comentario habitual tras el enésimo desplante de Mas o Puigdemont era un asqueado «que se vayan»; hoy, un iracundo «se van a enterar». Ciudadanos intuyó esta resaca y se ha abalanzado sobre la bicoca anudando españolismo y libertad. Parece inevitable cierta dosis de folclore casposo y el riesgo de que el reverso del aldeanismo quede en otro tipo de aldeanismo, pero Rivera anda envalentonado por las encuestas y disfruta del inusitado privilegio en política de que siempre ha dicho lo que la gente quiere oír en este momento. Lógicamente, todo esto forzará a Rajoy y a Sánchez a corear los goles de la selección, peregrinar a Santiago dentro de un par de meses con pulseritas rojigualdas y asistir a algún concierto de Marta Sánchez, la flamante musa nacional.

22 martes

EL GENUINO MODELO ALZIRA

Aunque sea cruelmente prematuro recordar el discurso que pronunció Zaplana hace cuatro años en el Teatro Principal de Alicante, la tentación resulta irresistible: «La ejemplaridad es la vía más sólida para preservar el prestigio». Se refería a sí mismo. Y añadió con dudosa sintaxis: «Las imágenes que nos acompañan cada día desearía que no fueran las que son». Se refería a Camps. Zaplana ha sido detenido esta mañana por la UCO, acusado del lote estándar: blanqueo, cohecho, prevaricación y malversación. La vocación política nace del ansia de poder o de la codicia (no son incompatibles con un buen desempeño, aunque idealmente debería añadirse el espíritu de servicio que se extinguió por el mismo motivo que los dinosaurios, la inadaptación al medio). En Zaplana siempre ha predominado la codicia, lícita o ilícita, y la UCO ha escenificado un rumor persistente que germinó cuando puso guardaespaldas a una tránsfuga para convertirse en alcalde de Benidorm. Esa fue la cepa del «zaplanismo», una epidemia de macarras engominados y rubias oxigenadas que Camps heredó sin escrúpulos ni anticuerpos y ahora es definitivamente una pirámide de legajos judiciales.

23 miércoles

PARECIDO RAZONABLE

El populismo de derechas prescinde del individuo y apela a la raza, historia, lengua, religión, nación o patria como un tótem profanado que expresa la superioridad del grupo (nadie afirma ser diferente para declararse inferior al otro). Cuando se adorna con agresividad y desprecio por las salvaguardias democráticas, llamamos neofascismo a ese populismo contemporáneo porque es una réplica del original patentado en la primera mitad del siglo XX. Últimamente se juguetea con el rastro impreso dejado por el presidente de la Generalitat catalana, discutiéndose si es una colección de desahogos irreflexivos o una exposición razonada y cabal que indica un pensamiento asentado. Es esto último, claro, e intenten adivinar quién es el autor de las siguientes frases: «Están sonando todas las alarmas por nuestra supervivencia como pueblo»; «millares de nuestros conciudadanos se hallan ciegos ante el envenenamiento de nuestra raza»; «nuestro pueblo tiene que ser educado deliberada y sistemáticamente en un nacionalismo fanático»; «miras a tu patria y vuelves a ver hablar a las bestias con forma humana». Sólo es un muestreo. Dos fueron escritas por Torra y las otras dos por un tal Adolfo.

24 jueves

FALSAS APARIENCIAS

Hay quien cree erróneamente que Pablo Iglesias e Irene Montero van a consultar a las bases dónde deben vivir. En realidad, ya han decidido el traslado. Lo que preguntan es si mudarse a una mansión de 600.000 euros les inhabilita como dirigentes de Podemos. Antes que sagacidad política, el episodio denota un resabio de mala conciencia y cierta propensión a emberrincharse ante la contrariedad. Se mire como se mire, es incoherente bramar contra la rapiña inmobiliaria e incorporarse al circuito de los privilegiados; por otra parte, la reacción de la pareja frente a las críticas tiene la ternura de esos niños que amenazan con contener la respiración si no se atienden sus caprichos. La militancia es tan indulgente como los padres, por lo que el niño se atragantará con el pastel y habrá piscina climatizada. Pero el asunto revela tanto la pérdida de prestigio de la democracia directa, un referéndum sobre un chalet es una zarzuela deliciosa, como los insufribles esquemas mentales de esta tropa: el IBI decide quién debe ser el líder. Porque eso es lo que van a votar.

25 viernes

MURIERON CON LOS VOTOS PUESTOS

Un indicio de la inercia catastrófica que ha atrapado al PP es que Zaplana ingresó ayer en prisión y este zafarrancho no es noticia. Ocurre que, simultáneamente, la sentencia del «caso Gürtel» se había posado como un paño mortuorio sobre Moncloa y, parafraseando al poeta, con ella toda esperanza quedó esparcida cual vana ceniza. Al margen de que el Tribunal Supremo rebaje el tono, el efecto es devastador para Rajoy. Su candidatura ya no es viable porque la oposición puede limitarse a citar párrafos de la sentencia para desarbolarle sin contraataque verosímil: una cosa es refutar los mandobles de Sánchez o Rivera con retranca gallega y otra los de un tribunal. Ahora cobran sentido malévolo las arengas de Rajoy a Bárcenas del tipo «resistir es vencer». El presidente pensaba inconscientemente en un asedio pero no contaba con que fuera el de Numancia, donde ha terminado refugiándose tras demasiados años de connivencia, apatía, indecisión o aversión al riesgo. El previsible epílogo también es numantino: la remota posibilidad de que el PP no se convierta en la tercera fuerza política pasa por un candidato de consenso, es decir, por nadie.

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