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El bombardeo

Autor de Alicante bombardeado (1936-39)

El día 25 de mayo se cumplen ochenta años del bombardeo más emblemático y cruento sufrido por Alicante en la Guerra Civil. En el Diario Histórico del 8º Storno de Bombardeo Veloz «Falchi delle Baleari» aparecen, entre otros, los siguientes datos: «25 de mayo de 1938. XVI. Aparatos en vuelo: nº 14 aparatos "S -79". Actividad bélica: Bombardeo del puerto de Alicante con una formación de cuatro aparatos y otra de tres. Despegue a las 08:10 horas, aterrizaje a las 10:50. Comandantes de las formaciones, capitanes Zigiotti y De Prato. Total de explosivos empleados: 56 bombas de 100 Kg, 8 de 20 y 20 de 15.

Resultados obtenidos: objetivos parcialmente alcanzados. Reacción antiaérea inmediata: fuerte». Eran los Savoia Marchetti SM-79 aviones trimotores de fabricación italiana (1935). El día 30 de septiembre de 1937 llegaron al aeródromo de Son San Juan (Mallorca) las primeras doce unidades, formando posteriormente con nuevos envíos el 8º Storno de Bombardeo Veloz "Falchi delle Baleari", de 25 a 30 aparatos, pilotados exclusivamente por italianos. Su tripulación: cinco hombres, su armamento tres ametralladoras Breda-Safat de 12,7 mm. Carga de bombas: 1.536 Kg, no obstante, la carga estándar con la que generalmente se bombardeaba Alicante era de ocho bombas de 100 Kg y cuatro de 20 o 15. Velocidad máxima/crucero 410/360 Km/h, autonomía 1.900 Km. Ningún aparato de este tipo fue derribado en el área mediterránea en el transcurso de la contienda. Las bombas de 100 Kg eran conocidas como bombas-mina, "tipo M", con 27,5 Kg de carga explosiva, utilizadas junto con otras de 15 o 20 Kg en la proporción de dos a una, 865 Kg por aparato, algo más de la mitad de su carga, explosivos de tamaño medio-pequeño, combinación adecuada para el ataque a puertos mediterráneos, barcos atracados o en el mar. El día 25 de mayo de 1938 pudieron ser lanzadas sobre Alicante un total de 6,06 toneladas de explosivos. Una vez remontado el vuelo desde su base en Mallorca, bordeaban el litoral norte de la isla de Ibiza alcanzando las costas peninsulares, frente al puerto de Valencia, quedando a la izquierda los cabos de San Antonio y la Nao, dos puntos de acecho y escucha dotados de instalación telefónica, por lo que era factible avisar a Alicante bastante tiempo antes, entre 15 y 20 minutos, de la llegada de los aviones, dando tiempo a la población a resguardarse en los refugios. El día 25 de mayo de 1938, las sirenas de alarma no funcionaron con antelación, lo hicieron al unísono del estallido de las bombas. El recorrido de estos aviones era siempre el mismo, bordeando la costa, entraban en Alicante por la sierra de San Julián, realizaban una sola pasada, bombardeando sus objetivos, volvían a sus bases sobrevolando el cabo de Santa Pola, utilizando el mismo trayecto que el de llegada, tras descargar sobre el mar los explosivos no utilizados para poder aterrizar, alcanzando así la máxima velocidad para eludir la caza contraria. De los 72 bombardeos aéreos que sufrió Alicante, nunca hizo presencia la caza republicana, estacionada en Archena, La Ribera y El Carmolí (Murcia) y Rabasa (Alicante). La Defensa Contra Aeronaves fue desplegada en Alicante capital antes del primer bombardeo del día 5 de noviembre de 1936, formando con el tiempo el "Grupo Fijo de Alicante", tres baterías, numeradas como 32, 110 y 712. La primera, nº 32, tres piezas Skoda 76,5/40 mm, checas (1919). Al término del conflicto el Servicio de Recuperación Nacional rescata tres piezas situadas en el castillo de San Fernando. La segunda, nº 110, al parecer cuatro piezas Schneider-Trubia 75/28 mm, francesas (1897), de tiro terrestre adaptadas a tiro antiaéreo, más una pieza Vickers 76,2/40 mm, británica (1914). Esta batería fue sustituida por cinco modernas piezas soviéticas 76,2/55 mm (1931), con un techo de 8.000 m. El último envío de estas piezas fue desembarcado en el puerto de Cartagena a principios de 1938. Al término del conflicto el Servicio de Recuperación Nacional rescata en Alicante cinco piezas; una en el castillo de San Fernando, dos en el de Santa Bárbara y dos en la zona de Babel. La aviación italiana, acostumbrada a bombardear Alicante sin problemas desde 4.000 m de altura, se encontró el día 25 de mayo de 1938 con un potente fuego antiaéreo que les deshizo la formación, por lo que debieron optar por emprender el camino de regreso, descargando parte de las bombas sobre la ciudad, sin importarles las trágicas consecuencias que del hecho pudiera derivarse. La tercera, nº 712, tres piezas Bofors 40/60 mm, suecas (1930). Posteriormente sustituidas por tres piezas Oerlikon 20/70 mm, suizas (1919).

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