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Área de descanso. Vivir: ¿Una maravillosa odisea?

Inventos geniales

Nadie duda de la importancia que han tenido algunos inventos en nuestra historia; posiblemente todos estaríamos de acuerdo en que nuestras vidas serían muy distintas si alguien no hubiera ideado la rueda o, siglos después, la imprenta.

La lista puede ser infinita, pues la ciencia, la tecnología y los desarrollos industriales han aportado muchos, sobre todo si incluimos los medicamentos, motores, teléfonos, aviones etc.

Tiempo atrás visité una exposición que lleva ese título ¿«Inventos geniales»? en Málaga, ciudad que por cierto está espléndida y no para de inaugurar museos. La muestra repasa algunos referidos a objetos cotidianos pero que nos aportan mucho. Le comento algunos.

Sabemos que la bombilla fue ideada por Thomas Alva Edison en 1879, pero pocos saben que Joseph Wilson Swan se le había adelantado.

Poder hacer fuego ha sido uno de los grandes logros de los humanos. Se ignora su origen pero se conoce la aportación de las cerillas para encenderlo, y se progresó mucho cuando un químico alemán cambió el fósforo blanco que era lo que se usaba hasta entonces en ellas por fósforo rojo que eliminaba la posibilidad de que se encendiera solo; luego en 1848 pasaron al terreno industrial, se fabricaron por miles y se vendieron mucho.

Las latas de conservas, es decir, para preservar alimentos perecederos, se introdujeron como recipientes herméticos que, una vez cerrados, se los esterilizaban con agua hirviendo; las inventó el francés Nicolás Appert en 1809 y lo hizo ganando un concurso porque hasta entonces se usaban botellas frágiles de vidrio que el alemán Peter Durand había cambiado por planchas finas de hierro o gel revestidas de estaño. El rey Jorge III le adjudicó una patente, pues el sistema les garantizaba sabor y calidad.

El lápiz, que es clave para el aprendizaje de los niños ya que además les permite borrar sus errores, nació en el siglo XVI cuando se descubrió un depósito de grafito en el norte de Inglaterra. Grafito deriva de la palabra griega carbono; como en sus orígenes se encontró en una mina de plomo, fue lo que dio lugar a que se llamara «mina» a la parte central del lápiz. En 1779 Karl Scheele demostró que era carbono y el lápiz empezó a fabricarse con una mina, es decir, su parte central de arcilla con grafito y revestida de madera.

El sacacorchos surge a finales del siglo XVII para poder almacenar vino más tiempo; se buscaba una alternativa a las barricas de roble. Pasó a las botellas que se tapaban o cerraban con corcho; se sabía que manteniendo la botella horizontal el vino humedece el corcho y la botella queda sellada. Pero habría que idear cómo extraer el corcho. Fue un clérigo británico, Samuel Hemshall, el que obtuvo su primera patente en 1795.

Otro invento fue el velcro, que fue ideado por el ingeniero suizo Georges de Mestral tratando de imitar las cualidades de las sedas; surgió porque era difícil arrancarle las espinas de un cardo en su perro.

El sujetapapeles o clip fue una humilde obra maestra que se produjo a finales del siglo XIX, cuando surgieron máquinas que eran capaces de doblar y cortar los alambres de acero y a partir de ahí se inventaron con infinitas formas según su función. De hecho, son una muestra de la libertad creadora de los inventores, pero respondiendo a las funciones que debían cumplir.

Del abanico podemos decir que lo trajeron de Asia a Europa los mercaderes y aquí surge como un accesorio indispensable para las damas distinguidas; luego se incorporó tanto que es casi un rasgo de la cultura española, siendo un complemento de muchas danzas tradicionales como el flamenco. Actualmente su mayor producción está en Valencia.

Otro invento de uso frecuente actual es el portalatas, que permite transportar desde los supermercados o comercios seis o más latas o botellas con un mínimo esfuerzo; la idea surgió que un ingeniero de Illlinois que llegó a tener tres patentes e inició el uso del plástico como método de embalaje porque era fácil de llevar.

El plástico de burbujas surge a final de los años 1950 cuando Naus Chavanius tuvo la idea de utilizar aire sellado dentro de una película de plástico como material de embalaje; luego lo produjo en serie tras crear una empresa potente que operaba en todo el mundo.

La goma elástica fue una idea de Tomás Hancock, que fabricó goma a partir del caucho endurecido al añadir sulfuro; lo patentó en marzo de 1845 y se ha generalizado por su elasticidad sencillez y estética.

Otro invento genial puede ser la aceitera antigoteo, y en este caso fue un español, Rafael Marquina, quien basándose en los recipientes de laboratorio la diseñó; fue premio Delta de oro en 1961.

Las tiritas surgen como derivadas de cintas adhesivas para tratar heridas leves y es el estadounidense Earle Dickson quien las ideó basándose en las cintas adhesivas ya que su esposa trabajaba en la empresa farmacéutica Johnson y Johnson y quería tratarle las heridas leves que se hacía.

Algunos inventos han surgido a partir de equivocaciones: es conocida la penicilina, que surge por un error de Alexander Fleming que sin querer contaminó un cultivo de laboratorio en el que crecían bacterias y aprendió que un hongo que producía penicilina acababa con las bacterias; a partir de ahí utiliza los cultivos del hongo para tener el que sería el antibiótico penicilina y sería capaz de tratar y curar muchas enfermedades infecciosas.

Otro gran resultado de un experimento fallido fue el iniciado por Spencer Silver, que trabajaba en un laboratorio de investigación buscando una adhesivo potente pero fracasó y obtuvo una cola de escasa potencia que se despegaba con facilidad; tenía un amigo que estaba harto porque el separador de páginas que usaba en el libro cantoral se le caía constantemente, pero utilizando el pegamento elemental ideado por su amigo, untado en el papel, halló lo que buscaba y así surgió el posit.

El taco de paredes lo ideó Chong Joses, que trabajaba de instalador electricista en el British Museum, cambiando el sistema que antes se tenía cuando quería engancharse algo en la pared que era tapar el agujero con un pedazo de madera, rodearlo de mortero y en el medio colocar el taco; los actuales son de plástico y al hacerlos girar se ensanchan y amplían su volumen dentro de la pared, con lo cual quedan sujetos con gran fuerza.

Otro invento a considerar fue la cremallera,un cerramiento tan simple que hasta los niños pueden abrirlo; se basan en colocar una serie de dientes idénticos a cada lado de una parte de la prenda y con una base convergente se unen para formar una columna única con una pieza que es el portacremalleras. La desarrolló el sueco Gedeón Sumun Bach y lo perfeccionó al inicio del siglo xx.

También supuso una aportación el uso de los tetrabriks; fue una revolución el mundo de los envases, surgió en los años 40 cuando el empresario sueco Robert Lansing sustituyó las botellas de cristal por una especie de tubos para llevar la leche, de ellos derivó el envase de cartón que fue modificando su forma y cuando se hizo cuadrangular había surgido el tetra brick.

Un español ha aportado mucho, sobre todo al mundo clásico de la limpieza de la mujer española, que añadiendo sosa cáustica a los aceites usados fabricaron jabon. Pues bien, un ingeniero aeronautico, Manuel Jalón, diseñó una escoba cuya parte final tenía flecos de tela y le añadió un cubo en el que existe un escurridor en formar de copa que permite descargar el agua y con ella no es necesario fregar de rodillas sino que puede hacerse estando de pie.

Para secar la ropa al inicio se usaban unas pinzas largas que unían sus paredes, en 1853 y en Estados Enidos David M Smith ideó la pinza de madera con dos patas idénticas que, unidas por un muelle de alambre, las mantenía unidas.Son pequeñas cosas que han cambiado el mundo y nos lo han mejorado.

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