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Semana y media

Urge la regeneración moral

Urge la regeneración moral

22 lunesLA CUESTIÓN

LA CUESTIÓNCicerón escribió uno de los aforismos más crípticos que maneja la filosofía jurídica: «A mayor justicia, mayor daño» (en el latín original suena amenazante además de críptico: «Summa ius, summa iniuria»). Significa que la aplicación estricta del Derecho puede provocar una injusticia superior a la que se pretende reparar y ha aparecido en mi teclado al saber que el juez no solicitará a las autoridades danesas que detengan a Puigdemont en cuanto aterrice en Copenhagen para impartir una conferencia. El motivo inconfesado es que si Puigdemont fuese detenido y entregado a España, su investidura sería posible; manteniendo la condición de prófugo, no, y allá los excéntricos daneses con su programa de actividades académicas. Aunque los argumentos legales que la justifican sean inatacables, es imposible que la detención de Puigdemont cause menos problemas que soluciones. Como no va a regresar por una mezcla insana de falta de cuajo y exceso de estrategia sonámbula, y la comparecencia telemática o por delegación queda en el limbo del esperpento histérico, Puigdemont ha despejado involuntariamente el dilema de Hamlet, un danés ilustre: la cuestión es que no va a ser presidente.

23 martesLOS ECOS DE LA MARSELLESA

LOS ECOS DE LA MARSELLESAMacron ha anunciado que restablecerá el servicio militar obligatorio, sustituido en las sociedades desarrolladas tras la Segunda Guerra Mundial por ejércitos fundamentalmente profesionales. Aunque envuelto en elevadas apelaciones al patriotismo y el compromiso colectivo, el retorno a la nación en armas es la respuesta a la amenaza terrorista y la aceptación implícita de un estado de guerra que, desde la Revolución Francesa, implicó la movilización de todos los recursos humanos de los contendientes. Antes de la llegada del reclutamiento forzoso, los ejércitos estaban compuestos por profesionales, voluntarios, mercenarios o esclavos. Después llegó la milicia, la llamada a las armas de la población masculina ante situaciones de emergencia, que derivó en la obligación de prestar servicio militar durante un periodo variable. Para cierto historiador innegablemente romántico equivale a un impuesto, aunque antaño los ciudadanos la considerasen un deber cívico. Macron propone rescatar una versión aligerada, un mes de instrucción, que insinúa el cambio de paradigma: Suecia, el arquetipo de la neutralidad bélica, también ha optado por el servicio militar obligatorio. Es irresistible juguetear con la hipótesis sádica de que cualquier gobierno español sugiera desempolvar la caja de reclutas.

24 miércolesA LA CAZA

A LA CAZA«Vamos a procurar que no pueda entrar ni en el maletero del coche». Las palabras de Zoido sobre Puigdemont no son vanas, al fin y al cabo el expresidente sorteó la vigilancia de su domicilio ocultándose precisamente en el maletero de un coche que conducía su mujer. Cambió de maletero en un túnel a la salida de Barcelona y huyó a Bélgica mientras Zoido comenzaba a extrañarse de que la esposa madrugara y el marido siguiese roncando. Zoido podría haber experimentado entonces un justificado «dejà vu», ya que en maleteros también viajaron urnas, papeletas y demás «atrezzo» del referéndum que es causa de la causa del mal causado y así podríamos deambular hasta La Junquera, la zona cero del 155, donde comienzan a atrincherarse unidades caninas, visores térmicos y cien agentes gran reserva que saludan el toque de diana rugiendo «no pasará». Pero, acosado por sindicatos, inmigrantes y conductores, Zoido sufre desde hace semanas la maldición de Gladstone, el premier británico que dejó la siguiente nota a un general que partía hacia el frente: «Que Dios le acompañe y desde luego no envidio a Dios».

25 juevesTRUCO O TRATO

TRUCO O TRATOAcerca de la declaración de Ricardo Costa en la que admite la financiación ilegal del PP y sitúa a Francisco Camps al mando de las operaciones, es tan razonable intuir que dice la verdad como que intenta evitar la cárcel. E incluso ambas cosas, aunque esto no sea lo sustancial. Hay que recordar que ni Camps ni ningún empresario son parte del procedimiento y por lo tanto no pueden contradecir las acusaciones. Que sus responsabilidades vayan a dirimirse en otro juicio es una posibilidad, pero en estos momentos las afirmaciones de Costa sólo tienen relevancia política y este es el terreno en el que nos desenvolvemos con garbo insuperable desde que «presunción de inocencia» se convirtió en una expresión coloquial, el rumor en indicio y la sospecha en certeza. Acreditada, pues, la financiación ilegal del PP por un acusado que se ha enmendado a sí mismo ante la amenaza de una condena, sólo cabe repetir que urge la regeneración moral de la política española y ello exige la dimisión de Rajoy. Comienza a resultar cansino.

26 viernesFUEGO AMIGO

FUEGO AMIGOEl Consejo de Estado es un florero institucional que opina a instancias del Gobierno sobre asuntos jurídicos de trascendencia. Aspira a ser idealmente una asamblea de notables, pero en la práctica es en parte una casa de retiro para cargos cesantes y en parte una distracción para eminentes expertos. Los informes del Consejo no son vinculantes pero sí preceptivos en algunos casos, lo que resulta embarazoso si el Consejo manifiesta un criterio distinto del que se pretende refrendar. Bien, el Gobierno le consultó confiadamente hace unos días sobre la propuesta de investidura de Puigdemont antes de recurrirla al Tribunal Constitucional y ha topado con que el Consejo considera que no hay motivos para dicha impugnación. En Bruselas han interpretado maliciosamente la noticia como un plácet a la investidura del fugado, cuando lo que realmente ha dicho el Consejo es que proponer un candidato inviable no acarrea la suspensión del acto. Si la investidura se celebra en ausencia de Puigdemont, será anulada y punto. Pero para esto no hace falta un Consejo de Estado. Bueno, ni un Gobierno.

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