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Nieve en blanco y negro

La gran nevada de esta semana pasará a la historia por teñir de blanco las playas del norte y el sur de la provincia, pero ha habido otros temportales memorables en Alicante. Recordamos los del último siglo

Nieve en blanco y negro

Una nevada que será recordada por muchos años», apuntaba la crónica de INFORMACIÓN del 13 de enero de 1960. Sabían los periodistas de la época que la nieve siempre sería noticia en esta provincia. Y no importa cuánto evolucionen los tiempos; cada vez que se produce este fenómeno atmosférico en Alicante ocurre lo mismo: rescates, caos en los transportes, ciudadanos conscientes de estar viviendo algo único y cámaras nerviosas por guardar algo precioso antes de que se funda.

En el siglo XX ha habido varios episodios de este tipo, pero apenas hay documentos gráficos de los que tuvieron lugar en los años 20 y 30. Repasamos las grandes nevadas con la ayuda de las fotografías que se conservan.

Las nevadas de los 60

Una ventisca acompañada de nieve azotó la provincia la madrugada del 12 de enero de 1960. El temporal sepultó literalmente las zonas de montaña de la provincia bajo capas de 1,75 y 2,5 metros en algunos puntos, con tanta violencia que atrapó a un campesino de Alcoy que fue hallado muerto a la mañana siguiente en las proximidades del cementerio, según esta misma cabecera. También se llevó la vida, a causa del frío, de un vecino del barrio de Carrús de Elche.

Aquel temporal no dio tregua en las comarcas de interior: hubo que rescatar a varios pasajeros en La Carrasqueta y sacar de un coche aislado en la carretera entre La Algueña y Pinoso tres personas y un niño.

La crónica de la época se parece a la actual también en que cuenta que hubo retrasos en el servicio ferroviario con Madrid y que algunos trayectos fueron suspendidos o desviados a Murcia. En esta ocasión, los copos sí llegaron a tocar la capital de la provincia, pero con una decepcionante incapacidad para cuajar. Los alicantinos, armados para el invierno más duro sólo con paraguas, salieron a la calle a disfrutar no obstante de un espectáculo histórico. Quienes vivieron la famosa nevà grossa de 1926, donde la ciudad costera se vistió de blanco, pudieron presumir de tesoro en la memoria.

En otros municipios la nieve volvió a ser una pesadilla para el tráfico y un disfrute para los vecinos. Benissa quedó aislada y Monóvar cubierta por más de un metro de copos. Otros municipios del Vinalopó, como Elda y Petrer, venían de unos años 50 donde las nevadas habían sido regulares y no se impresionaron demasiado.

Cinco años más tarde, un poderoso temporal sacudía toda la Península de nuevo. La agencia EFE contaba que Pego era un manto blanco, pero que las precipitaciones perdían solidez conforme bajaba la cota.

En 1967, la montaña alicantina recibió una nueva nevada de las que dejan huella. Era el 11 de diciembre y otro frente helado atravesaba el país, aislando a muchas poblaciones de El Comtat, l'Alcoià y de otras comarcas en altura. Ventisca en Castell de Castells, Guadalest o Callosa d'en Sarrià. Y nieve cuajada en los tejados de Villena, como contaba este periódico. La Carrasqueta permaneció cerrada al tráfico pero abierta alas excursiones familiares, propiciando estampas que fueron convenientemente retratadas por fotógrafos como Perfecto Arjones.

Nieve reciente

En febrero de 1983, una helada dejó temblando a los agricultores de toda la provincia y hasta dos dedos de nieve en la Marina Alta, según crónicas de aquel mes publicadas en este diario. Fue la penúltima vez que Dénia y Xàbia vieron copos posarse sobre sus casas; es un fenómeno que han podido ver repetido con júbilo estos días. Fue la última vez que cayó nieve en el litoral.

Sin embargo, en la década de los 90 y en el nuevo siglo ha habido numerosos episodios de esta precipitación en Alcoy y en las zonas altas. En 2001, un temporal dejó incomunicadas a Facheca y Famorca, carreteras cortadas y las habituales imágenes de juegos en la Font Roja y Aitana.

Cinco años más tarde, una ligera pero perfectamente visible «boina enharinada» cubrió esta última sierra, anunciando una imagen que en 2009 se pudo contemplar en todo su esplendor desde las playas y puertos del sur de la capital.

Esta semana se parece a aquellos días de 1960 en que todos los periodistas han trabajado sabiendo que nieve y Alicante son primera página siempre, y que imágenes como la de las playas de la Marina Alta y la Vega Baja cubiertas de blanco harán que 2017 sea recordado por mucho tiempo.

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