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Concha Bru: «Cada día hay más mayores en puestos de responsabilidad»

Concha Bru: «Cada día hay más mayores en puestos de responsabilidad»

Con más de ocho millones de personas mayores de 65 años en España, hay cada vez más personas que superan esta edad ocupando puestos de mando y responsabilidad. A juicio de Concepción Bru Ronda, directora de la Universidad Permanente de Personas Mayores de la UA «lo prioritario es dar cabida a los jóvenes en edad de trabajar, pero es de otra parte innegable que estas personas de más de 65 años y, de acuerdo al sistema económico y productivo imperante, serán necesarios a medio y largo plazo para que el sistema social y económico sea sostenible».

Bru considera interesante además «que buena parte de estos mayores, ya jubilados, busquen y apoyen el promover el liderazgo social de las personas mayores, como motor de cambio, de nuevas oportunidades y de sostenibilidad, y muchos colaboren de forma voluntaria y comprometida en el recambio generacional y en la trasmisión de experiencia y conocimientos, desde una postura serena y generosa, con amplitud de miras, para construir una sociedad intergeneracional e inclusiva».

A juicio de la experta, en este contexto sociodemográfico, es muy importante destacar que la sociedad cuenta con personas mayores dispuestas a seguir aportando sus saberes, sus conocimientos, su tiempo, su experiencia y quieren seguir manteniendo un rol activo: aportando, colaborando, proponiendo. «Este "nuevo paradigma de personas mayores", considero que son realmente útiles si contribuyen decisivamente a la sociedad y si responden al perfil de personas con una serie de valores capaces de estimular a las generaciones más jóvenes que les siguen y con las que conviven y a las que deben trasladan el testigo: valores de compromiso, empatía, integridad, honestidad, tolerancia, y proactividad, aportan y reciben de los demás. Son capaces de inspiran una visión positiva e ilusionante, movilizan, implican, participan y crean oportunidades. Ayudan a cambiar las estructuras que generan discriminación, que no funcionan o no son sostenibles. Promueven una mejora en la calidad de vida, de sí mismas y de quienes les rodean y por lo tanto una vida mejor.»

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