Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Artistas alicantinos en la diáspora

Diana Lozano: «Hay que invertir más en las artes y fomentar su consumo»

Encuentra sus motivaciones en la relación entre la pintura y los espacios específicos, a partir de los caracteres personales de los lugares

Diana Lozano: «Hay que invertir más en las artes y fomentar su consumo» joseluismartinezmeseguer@gmail.com

Tienes tus raíces en Alicante. Establecida en un primer momento en Elche (1984-2004), posteriormente te trasladas a Altea (2004-2005) y desde 2007 radicada en València, desde donde te proyectas. ¿Te hubiera gustado seguir establecida en Alicante y desde allí proyectarte o ves que tu trayectoria no habría sido la misma?

Siempre quise vivir en una ciudad más cultural. Irme fuera me permitió vivir nuevas experiencias, crecer como persona y desarrollarme como artista. Si me hubiera quedado en Alicante, esto no hubiera ocurrido. Así que creo que mi trayectoria no habría sido igual.

¿Qué te impulsa a salir de Alicante y radicarte finalmente en València?

En València podía encontrar una dinámica cultural, social y económica mucho más interesante que en Alicante. Cuando terminé los estudios de Bellas Artes y el máster de producción artística, decidí quedarme aquí porque como ciudad ofrece más alicientes culturales y existen más recursos y posibilidades para dedicarme a las artes. Es donde he entablado mis relaciones laborales y personales.

¿Qué ansiabas?

Muchas cosas. Entre ellas, terminar los estudios de Bellas Artes, encontrarme y desarrollarme como artista, realizar mis proyectos, etc.

¿Lo encontraste?

Sí. Desde aquí he podido trabajar en mis proyectos; al principio de manera individual y posteriormente junto a Álvaro Jaén, formamos el colectivo artístico DimaslA. Tambien he conocido a personas muy interesantes del sector cultural.

¿Qué diferencias fundamentales, debilidades y fortalezas, estableces entre ambos lugares en cuanto al desarrollo de tu práctica artística y al propio sistema del arte?

Creo que hay muchas diferencias, aún siendo provincias limítrofes. València es un lugar con una oferta cultural muy amplia. Por un lado, existen más espacios con los que poder trabajar. Al mismo tiempo, puedes visitar exposiciones que pocas veces llegan a Alicante. Aquí, hay más oferta laboral y más posibilidades de que te contacten críticos, curadores, coleccionistas. Sin embargo, en Alicante la oferta y la demanda está muy limitada. Existen pocos espacios y en ocasiones ofrecen algo interesante que visitar. Pero, en general, no hay repercusión ni valor por parte de las instituciones. Vivir en Alicante a partir de este sector es imposible y al final te toca focalizarte hacia fuera.

¿Crees que puede mejorarse algo?

En Alicante se pueden hacer y mejorar muchas cosas, sobretodo en el sector cultural y artístico. Pero es una ciudad enfocada al turismo y al ocio. Y la cultura queda relegada a un tercer o cuarto plano.

Eso mismo, ampliado a tu experiencia internacional, ¿qué deberíamos aportar y erradicar en la práctica artística contemporánea?

En primer lugar, estaría bien observar cómo los países europeos rentabilizan el patrimonio cultural que tienen, como lo gestionan y las ayudas que destinan. Pienso que se deberían de aportar más ayudas a la producción y a la divulgación cultural. Invertir más en las artes y fomentar su consumo. En segundo lugar, erradicaría la idea de que hay que emigrar al extranjero. A día de hoy, con las redes sociales, tenemos acceso a las obras de artistas de todas las partes del mundo, ya no importa tanto donde estés físicamente sino que tengas presencia en la red. Así que, independientemente de donde sea o esté el artista, lo importante es el proyecto, la idea y la obra.

Desde la aldea global, y desde tu perspectiva, ¿cómo se aprecia desde fuera este proceso de vuelta o reforzamiento de los nacionalismos?

Es un tema muy complejo en todos los sentidos, difícil de abordar brevemente. No podemos obviarlo ni a nivel autonómico ni a nivel nacional. Este tema me hace cuestionarme para qué sirven los nacionalismos, mientras seguimos con «la fuga de cerebros». Creo que es más importante que en este país no haya infraestructuras suficientes para albergar a tanto titulado y que tengamos que emigrar en busca de un trabajo digno. Porque, los beneficios tanto sociales como económicos incrementan el PIB en los países donde se desarrolla la labor, no en España. Por lo tanto, tengo claro que la vuelta a los nacionalismos no nos aporta nada bueno, solo más declive en todos los ámbitos y sectores.

¿Algún proyecto pendiente a realizar en Alicante?

La verdad es que sí. Me gustaría presentar una propuesta expositiva en la próxima convocatoria de la Casa Bardín o en el Centro Cultural de Las Cigarreras.

Un proyecto que cueste arrancar.

De momento ninguno. Algunos llevan más tiempo que otros, dependiendo del proceso o la inversión económica que hay que hacer, pero de momento todos han salido adelante.

Un deseo.

Tengo muchos y muy variados. Desde que me toque el bote del Euromillón hasta tener un Rothko en el salón de mi casa.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats