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Los sellos musicales en la era digital

Una institución en la música electrónica como Andrés Noarbe, fundador de Geometrik Records y dueño de la tienda de discos Rotor en la madrileña Gran Vía, y Pedro Vian, talento consolidado en la industria electrónica española y quien está detrás del sello Modern Obscure Music, MOM, coinciden en señalar que Internet y las redes sociales han cambiado la forma de proceder de los sellos discográficos. Con todos sus pros y sus contras. Ambos participarán el próximo 7 de noviembre en la mesa redonda en torno al circuito de los sellos independientes de música electrónica como pistoletazo de salida de las actividades de ENSO 2019.

Para Andrés Noarbe, quien fundó en 1986 Discos Esplendor Geométrico y su sub-sello para casetes EGK, que más tarde se convertirían en Geometrik, el primer sello independiente especializado en música electrónica surgido en España, «las redes sociales han influido mucho en la manera de vender la música y de promocionarse». En los 90, recuerda, «era la época de los flyers. Y las tiendas eran un montón de papelotes con un montón de información de las fiestas que se hacían, de los clubs, etc».

No obstante recuerda que estuvo involucrado en el movimiento de los sellos de cassettes en los 80 que está considerado como un antecesor de las redes sociales. «Fue una red autogestionada totalmente underground», señala, en la que todo se movía de forma física por correo. «Cuando llegó Internet, las posibilidades se multiplicaron por mil. También la velocidad». Aparecieron las descargas, las plataformas de streaming? Fue como si estallara una revolución. Eso sí, advierte que los cassettes han vuelto y que está volviendo el papel. «Como reacción a lo digital, siempre vuelve lo físico», observa Noarbe.

En su caso, pasó de promocionarse en ferias de discos, fanzines o en festivales -fue por ejemplo a las primeras 18 ediciones del Sònar-, a contar con página web, informarse en las revistas digitales o en blogs especializados. Con todo, cuando llegó Internet el procedimiento ya lo tenía mecanizado: un boletín del que ya lleva «250 y tantos» y mandaba por correo pasarían a llamarlo newsletter. Ya que lo que siempre le ha funcionado mejor es la comunicación cercana con sus clientes. «Cuando hay novedades, les informo directamente. Como una red alternativa», sostiene.Ahora el problema es la saturación

Antes era más complicado tener un equipo y requería más esfuerzo, apunta Noarbe, quien añade que los artistas tenían que tomarse las molestia de grabar la demo y enviarla por correo. «Ahora, se ha multiplicado el número porque todo el mundo parece que sabe y con un par de clicks te mandan el enlace gratis». Un punto de vista sobre la saturación del mercado con el que coincide el músico, productor, DJ y fundador de Modern Obscure Music, Pedro Vian, quien pone de manifiesto que hay mucha gente produciendo música «porque todo el mundo tiene acceso a un ordenador y hoy en día se ha convertido en un instrumento folclórico como si dijéramos». En definitiva, a ninguno les da tiempo a escuchar todo el material que les envían.

Por lo que, si bien las nuevas tecnologías son herramientas potentes de promoción y visibilidad para los sellos discográficos que les otorga internacionalización, también promueven la proliferación de artistas. «Hay mucha música por lo que el filtro cada vez es más grande y complicado», resume, ya que el, a pesar de contar con un sello joven, le llegan peticiones para publicar, vía redes sociales, todos los días de la semana.

En este punto, los sellos grandes cierran la puerta a las demos. Se mueven únicamente con artistas capaces de vender muchas copias. ¿El peligro actual? Que la industria considere que tienen más credibilidad los DJs con más followers. Y eso es perjudicial para la salud de la música.

Tal y como se plantea en algunos clubs mencionados en el documental INSTA DJ de Pioneer que salió este mes de octubre como Output en NYC o en exposiciones como No Photos on the Dancefloor actualmente en el C/O de Berlín comparándolo con etapas anteriores resultaría sano hoy en día separar el mundo de la música electrónica de las redes sociales y smarthphones en determinados momentos.

Según lo ve Pedro Vian, existen muchos Djs que están devaluando el trabajo. Además, subraya, «no hay ayuda entre unos y otros. No hay una comunidad por ejemplo como puede haber en Holanda» Nota competitividad y falta de financiación y ayudas públicas.

En el caso de Noarbe y Vian saben adaptarse a una escena cada vez más cambiante, se apoyan en el trabajo constante y siempre están al acecho de novedades tanto musicales como digitales. Pero, ante todo, mantienen su marca personal. Y con participaciones en encuentros sonoros como el de ENSO se mantienen en estrecha conexión con otros agentes de la industria.

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