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Todo por hacer

En sus declaraciones a este periódico, el mes de junio pasado, el concejal Antonio Manresa manifestó que la cultura podía hacer grandes cosas por el turismo de la ciudad. Tres meses después, los alicantinos todavía esperamos que el señor Manresa nos muestre alguna de esas grandes cosas que puede hacer la cultura. Fuera de aquellas excelentes intenciones, la verdad es que no hemos visto nada. La única acción real del concejal, por el momento, ha sido armar un lío considerable a costa del nombramiento del nuevo director del Teatro Principal. Mal asunto. Su conducta revela a una persona inexperta no sólo en el campo de la política, sino en el de la simple negociación.

El problema no es que el concejal Manresa carezca de experiencia, sino la falta de diligencia que muestra en su trabajo. Tres meses después de acceder al cargo, desconocemos cuáles son los proyectos culturales que piensa abordar durante su mandato. Fuera de las vagas ideas que ha esbozado en las entrevistas publicadas por la prensa, no sabemos una palabra sobre los planes concretos del concejal. O Manresa no se toma en serio su trabajo o tal vez carece de condiciones para el mismo. En cualquier caso, será difícil, por este camino, que la cultura pueda hacer algo por el turismo o por cualquier otra actividad.

Hace unos meses, una encuesta del Observatorio de la Cultura situaba a Alicante en el penúltimo lugar entre las ciudades españolas por su actividad cultural. La clasificación era llamativa y hubiera exigido una reflexión pública que no se produjo: nada extraño dada la proverbial incapacidad de nuestros políticos municipales. Sin embargo, pensamos -un tanto ingenuamente, es cierto- que con un hombre como el concejal Manresa, que presumía de ser una persona que amaba los retos, las cosas podrían cambiar. Nos equivocamos una vez más. Cualquiera que amase los retos y tuviera ganas de trabajar, ya se habría reunido con los artistas y agentes culturales de la ciudad para conocer sus ideas y establecer un plan. La cultura de Alicante no puede pivotar sobre un solo individuo: necesitamos un trabajo colectivo para reflotar la maltrecha cultura de la ciudad.-

Alicante -lo hemos escrito muchas veces- carece de un proyecto cultural con unos objetivos claros, bien diseñados. Hay mucho trabajo por delante en este sentido. Es indispensable crear un tejido cultural productivo, como se hace en otros lugares desde hace tiempo. Las necesidades culturales de los ciudadanos y las de los visitantes deben convivir con las de los artistas que trabajan entre nosotros. Necesitamos una reflexión seria sobre el papel del MACA, de la Lonja, de Las Cigarreras. El mundo ha cambiado y seguimos repitiendo los patrones de veinte años atrás. Si de verdad se quiere potenciar el turismo cultural, hay que sentarse con la Diputación y coordinar las actividades para evitar que cada uno vaya por su lado... Como ve el señor Manresa, está todo por hacer.

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