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El momento dulce de Xiomara Wanden

Procedente de una extensa saga teatral, Xiomara Wanden-Berghe regresó a Alicante hace poco tras trabajar y formarse en Málaga, Madrid y Sevilla

Xiomara Waden.

Desde que tenía uso de razón, el teatro ha estado presente en la vida de Xiomara. Su familia Compañía Pepe Wanden, tiene una larga tradición teatral, auténtica, vocacional: Con un carromato llevaban múltiples espectáculos por toda la geografía española, incluso Canarias. Ella es la cuarta generación que pasa por el Teatro Principal de Alicante. El teatro lo lleva en la sangre. «Desde muy pequeñita tenía claro que quería ser actriz. No lo dudé nunca».

Empezó a subirse a los escenarios en el colegio y todavía no ha parado. Cuando era adolescente, continuó su formación en la escuela municipal Centro 14, con David García, Manolo Hernández y Amor Zapata. En esa etapa aprendió mucho y se dejó conquistar por la improvisación y el teatro más corporal. «Todo fue un proceso, un escalón detrás de otro. Mi idea siempre fue seguir aprendiendo y continuar mi carrera en una escuela de arte dramático».

Pero a diferencia de la mayoría de alicantinos, no eligió la ESAD de Murcia ni la de Valencia. «En mi familia teatral solo mi abuela, la actriz Maruja Lozano, y mi tía, Carmen Estrella eran alicantinas, el resto eran andaluces y si algo me atraía, era el teatro y Andalucía. Quería vivir en Granada, lo tenía claro, pero no tenía ESAD. Así que empecé en Málaga, el sitio más cercano».

Málaga le encantó, pero con los estudios todavía por terminar, viaja a Madrid a petición de la compañía La mujer de negro. Ocho años se quedó en Madrid, trabajando y formándose en danza y en teatro. «Tenía claro que no quería ser una actriz de casting e hice todo lo posible para generar mi propio trabajo. En esa etapa no me interesaba para nada el cine o la televisión, yo quería hacer teatro». Y así lo hizo. Junto a varios compañeros creó un proyecto cultural por la sierra norte de Madrid. Infantiles, teatro de calle, clases y vivir en el campo. Por diversas circunstancias, esa etapa se acaba y viaja otra vez al sur y terminar su formación oficial en la ciudad de Sevilla.

Xiomara lleva dos años y medio en Alicante, su ciudad natal. «Al principio fue un cambio muy fuerte, doloroso, acostumbrada a Madrid y Sevilla. Pero ahora mismo estoy súper contenta de haber vuelto».

Se siente más actriz que directora, pero en este momento vital es consciente de que ha llegado el momento de recoger y poner en práctica todo lo vivido/aprendido. «Noto que en mis clases con el aula de teatro de la Universidad de Alicante, mi aprendizaje como actriz es muy valioso para trabajar la interpretación de mis alumnos. Si no hubiera sido actriz antes de directora, los conceptos no les tendría tan claros y asimilados».

Y es que Xiomara está viviendo un momento dulce en nuestra ciudad. Desde el año pasado, es directora en el aula de teatro de la UA en el que dirigió la obra de teatro contemporáneo Contra el amor de Esteve Soler, uno de los autores más representados en el actualidad en medio mundo. Un montaje arriesgado con un mensaje demoledor que trata de derrumbar los cimientos del amor romántico a través del humor negro. Actualmente están de gira hasta mayo de 2020 y comienzan en el Teatro Calderón de Alcoy el 18 de septiembre.

Este curso empieza un nuevo y prometedor proyecto en el aula de teatro clásico: Medea. Pero no sólo eso. Está a punto de estrenar, como actriz, el nuevo montaje de la II Residencia Jose Estruch: Todas las noches de un hombre dormido, de Antonio Lafuente basado en cuentos de Gonzalo Fortea. En este montaje, todos los integrantes son alicantinos que decidieron dejar la ciudad e ir a Madrid a trabajar. «Es muy bonito el trabajo que estamos haciendo y lo estoy disfrutando muchísimo con Rulo Pardo, Iván Cózar, Miguel Ángel Puro e Irene Coloma. Un lujazo poder participar en este montaje y creo que la residencia debería perpetuarse en el tiempo. Es una iniciativa que permite poner en valor el potencial y el talento de los artistas de aquí».

Por si fuera poco, desde el año pasado es pedagoga en la International Dance School de Valerie Maciá y Victor Ullate y todavía tiene tiempo para formar parte de Somiadores de Espacio Inspira, un espectáculo teatral feminista que habla de las mujeres ilustres del municipio que se ha representado durante todo el verano en Sant Joan d´Alacant.

Xiomara está contenta con cómo la ha recibido su ciudad. Cuando la dejó, con apenas 19 años, era todo distinto. «Me fuí porque sentí que la ciudad no me estaba dando lo que yo necesitaba. Ahora mi sensación es otra. He tenido la suerte de encontrarme con artistas maravillosos, algunos que volvemos de la centralización de Madrid y otros que tienen ganas de mejorar las cosas. La oferta cultural creo que ha mejorado mucho, en especial el Teatro Arniches junto con el Principal ha calmado toda mi sed de teatro».

Cuando le pregunto, cómo podría mejorar la afluencia de público a las salas de la ciudad, lo tiene claro: «Creo que tiene que mejorar la difusión, que la gente sepa lo que llega a su ciudad. Una programación para todos, con un especial interés en los adolescentes. Se tiene que fomentar la asistencia de este colectivo a los teatros».

No dejen de disfrutar del talento y la pasión que pone Xiomara en todo lo que hace. Tienen muchas oportunidades. No se arrepentirán.

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