Escasas en número son las ciudades con canales. Venecia resulta singular donde, entre las innumerables islas, los canales constituyen sus vías urbanas peculiares, proporcionándole exclusividad. Rialto y otros escasos puentes fueron construidos en época pretérita. Los numerosos puentes actuales son de realización temporal más reciente. Con preferencia había que desplazarse en barca, si bien, ahora los cruceros fondean en sus canales ante la piazzetta de San Marcos. Con anterioridad, de mayor tamaño solo navegó el Teatro del Mondo que el arquitecto Aldo Rossi proyectó para la Bienale de la ciudad en 1979-80. Se trata de una realización de carácter efímero a modo de evocación de los teatros flotantes y los carnavales durante el siglo XVIII en la ciudad. Estuvo fondeado junto a la Punta de la Aduana, en el encuentro del Gran Canal y el de la Giudecca.
Siendo la estructura urbana de Venecia compleja, su arquitectura de morfologías diversas no queda a la zaga. En ella se aprecian todas las influencias culturales que se cruzaron en la ciudad o fueron recogidos por cuantas expediciones más allá de la ciudad estado: gótico, bizantino, renacimiento, barroco y manifestaciones más recientes dejaron obras muy notables. Si en lo político se produjeron divergencias entre los dirigentes, la arquitectura no quedó al margen de intrigas y rencillas. Jacopo Sansovino gozó del favor de las autoridades, construyó en el ámbito de la plaza de San Marcos varios de los edificios más significativos, en particular la Biblioteca Marciana. Andrea Palladio, carente del apoyo de los poderes civiles, edificó en la orilla más distante del canal de la Giudecca, alejado del entorno representativo. Allí llevó a cabo muestras relevantes de la arquitectura religiosa, S. Girogio Maggiore, Il Redentore y Sta Marià della Presentazione (Le Zitelle) realizadas durante el segundo tercio del siglo XVI. Por su parte, Ignazio Gardella dejó más reciente la casa Cicogna alle Zattere (1953-58) una muestra de cuanto supuso en Italia la recuperación de las denominadas preexistencias arquitectónicas, reinterpretando en sus fachadas la arquitectura histórica y, en particular, en este caso de Venecia, obviando el falso histórico.
Construyendo Historias es una muestra expositiva de obras pertenecientes a la Fundación Coca Cola, actualmente en el MACA y la Lonja del Pescado. En el cartel una fotografía de Dionisio González titulada Hotel Bauer, forma parte de su serie Venecia: las horas claras, del año 2011.
Se trata de una vista parcial de Venecia. En primer plano con gran amplitud se aprecia el Gran Canal (por donde navegó el féretro con el cadáver de Wagner en su traslado a Bayreuth). Al fondo queda la iglesia de Santa Marià della Salute destacando el protagonismo de su cúpula, de Baldassare Longhena, templo votivo construido entre 1630 a 1631en acción de gracias tras finalizar la epidemia de peste que asolaba la ciudad.
A la derecha se distingue en escorzo muy pronunciado el frente de las fachadas planas y los embarcaderos situados en el canal. Cuando con la vista recorremos este frente apreciamos la presencia de una fachada que ha sido montada en la fotografía. Es una construcción reciente, de pocos años atrás, con potentes cuerpos salientes en voladizo de geometrías diversas. Ofrecen variedad en los entrantes y salientes que generan movimiento y diferencias entre luces y sombras muy pronunciadas, en contraste muy acusado con la quietud, los planos y vanos en las fachadas históricas. El mismo González montó en la misma serie, sobre la fachada de Gardella, una arquitectura de morfología deconstruida, muy contratada con las laterales, poniendo a prueba las posibilidades de evolución de la arquitectura en la ciudad museo por antonomasia.
En nuestras poblaciones próximas, indudablemente con menor trascendencia cultural, ¿serían admitidas aquellas soluciones?
