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Cómo convertir las cicatrices en canciones

La banda alicantina La Jetée presenta mañana en Confetti el repertorio de su último álbum Produce Monstruos, una joya de letras abstractas, explosivas guitarras y exquisitos arreglos electrónicos

Tres miembros de La Jetée. Marcos Ros / 79coses

«Nada distingue los recuerdos de los momentos corrientes, no se descubren hasta más tarde, por sus cicatrices». La frase que aparece en la página de Facebook de la banda es un extracto de la película francesa La Jetée (1962) dirigida por Chris Marker, aclara Elío Ferrán, cantante y guitarra del grupo alicantino. Se trata de una obra cinematográfica en la que los recuerdos se presentan como saltos temporales y que sirvió también como fuente de inspiración a David Bowie para el video de la canción Jump they say (1995), dirigido por Mark Romanek.

A la frase añaden: «No creemos en pasar página, no confiamos en el olvido y por eso hacemos música, para honrar a cada una de esas cicatrices». Una primera declaración de intenciones de este grupo, formado por cinco integrantes (Elío, Ceci, Miguel, Alberto y Álex), que emergió en la escena musical alicantina en 2017 y que mezcla Noise rock, rock de los 90, shoegaze o electrónica, con una base pop, como principales estilos.

Igual que en el fotometraje de ciencia ficción de Marker, las letras de Produce Monstruos, último EP del grupo alicantino grabado en el estudio Harrisound, crean una atmósfera en la que invitan a entrar partiendo de la abstracción, experimentación y dejando entrever una trama más compleja. Así son sus composiciones. «La prueba del pudor», resume Elío. Como en la película se acaba hablando «de nostalgia y de sentimientos», partiendo de otros conceptos. Va construyendo en sus letras lo que el cantante define como «un rompecabezas» en el que hay experiencias vistas a través de sus ojos.

En este disco, apunta Elío, se lo han tomado «con más tiempo, calma y confianza». Fruto de ello, los arreglos de electrónica tienen más presencia. Además Ceci, cuando empezó a tocar en el grupo, llevaba poco tiempo trabajando con sintetizadores y electrónica. Ella es pianista clásica. «Como músico es la mejor y la parte electrónica se nota. Se ha reflejado en los temas», añade Elío.

«Realmente hacemos lo que nos apetece hacer: lo que nos gusta. Sin plantearnos poder llegar un día a vivir de esto. Vamos probando cosas por diversión más que por llegar a un resultado», asevera Elío. ¿Sus referentes? Grupos del panorama nacional como Odio París, Nudozurdo o Delorean, que han sabido crear un buen «producto» y congregar a un público fiel. La Jetée, cuenta ya con estos dos ingredientes. Ya veremos si entra en acción el factor suerte.

Efecto agitador: Sindicato Ruido Costablanca

«La música es algo que se mueve de forma subterránea. Los grupos y los artistas nos lo guisamos y nos lo comemos. Y hasta que algo no empieza a despuntar no sale de esa subterraneidad», apunta sobre la escena musical alicantina, donde observa a «cada uno haciendo lo suyo y mirando de reojo a los demás sin apoyarse demasiado entre sí, salvo algunas excepciones». Lo que sí aprecia ahora Elío son ganas y apertura, al dinamizar hace unos tres meses el Sindicato Ruido Costablanca junto a otras bandas de la provincia, como No More Knobs.

«Pensábamos que nos íbamos a encontrar con muros y ha sido todo lo contrario». Por ahora, esta asociación que nace para agitar el panorama musical alicantino, está centrada en «ponerse cara» los diferentes músicos de la provincia, organizar los primeros conciertos y colaboraciones entre grupos muy eclécticos: hay un rapero, gente de la electrónica experimental, gente del pop y La Jetée, que hacen «ruidismo con guitarras con una base pop».

Así, tal y como se plasma en el modelo de consumo actual, es momento de potenciar las sinergias, ya que es «el signo de nuestro tiempo estar hiperconectados. Es momento de la hibridación», defiende optimista Elío. Además, es justo el ADN de la banda: mezclar cosas que a priori no deberían sonar. En el tema que abre el último disco hay unas palmas haciendo una soleá y en el EP incluyen una versión del Me Quedo Contigo de Los Chunguitos llevada a su terreno ruidista.

«Rosalía es un ejemplo de esto», argumenta Elío. «Ella andaba girando haciendo flamenco más canónico con Refree y de repente se junta con El Guincho que es un pirao de la electrónica con tropecientas mil influencias de experimental, latina…Y sale eso, que además está basado en un libro de la Edad Media. Yo creo que por ahí tienen que ir las cosas. No encerrarse en una isla», defiende Elío. Mañana en Confetti, música desde las cicatrices.

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