Los datos de la última encuesta del Observatorio de la Cultura no son buenos para Alicante: desciende tres puestos en la clasificación nacional y pasa a ocupar el penúltimo lugar entre las ciudades españolas. No podemos decir que sea un puesto meritorio. Sólo Córdoba está por debajo de nosotros. Cuando pensamos que la encuesta mide la calidad y la innovación de la oferta cultural, el resultado no sorprende. ¿Qué innovación se ha producido en la oferta cultural de Alicante durante el último año? ¿Cuál ha sido, en su conjunto, la calidad de esta oferta cultural? Es cierto que el Museo de Arte Contemporáneo y el Teatro Principal figuran en puestos destacados de la Comunidad Valenciana, pero sus nombres ni siquiera aparecen en el listado nacional. No escribo esto en demérito del MACA o del Principal que están haciendo muy bien su trabajo: trato de que nos situemos en el lugar adecuado.
La publicación de los datos del Observatorio ha traído un cruce de declaraciones entre Daniel Simón, el anterior concejal de Cultura, y su sustituta, Dolores Padilla, del Partido Popular. Es sorprendente la rapidez con que se contagian los vicios de la política. Ni Simón ni Padilla tienen una larga trayectoria en la política, pero se han comportado del mismo modo que si llevaran en ella toda su vida. ¿Es una discusión inútil todo cuanto pueden ofrecernos estas personas? Simón puede presumir de haber llevado a Alicante al Observatorio de la Cultura, donde la ciudad no figuraba antes de su llegada al Ayuntamiento; a cambio, Padilla acaba de lograr un aumento sustancial en el presupuesto del MACA, que Simón no fue capaz de conseguir.
No son esta clase de discusiones las que necesita la cultura de Alicante. Con ellas, no llegaremos a ningún lado. El hecho de que ciudades como Girona, Vitoria, León o Logroño figuren por delante de nosotros en la clasificación debería hacer reflexionar tanto a Simón como a Padilla. Es una clara indicación de que no hemos hecho las cosas bien. La cultura en Alicante tiene un serio problema de planificación que no han sabido resolver. Necesitamos políticos con las ideas claras y dispuestos a trabajar, que no se limiten a exhibir sus méritos -bastante pequeños, por otra parte. No es levantando la voz y colgándonos ridículas medallas como resolveremos las carencias de la ciudad.
Sea quien fuere el ganador de las próximas elecciones, necesitará un buen plan para mejorar el estado de la cultura en Alicante. Ese plan requiere inteligencia y no puede hacerse de manera improvisada. Hay mucho trabajo por delante, salvo que se pretenda reducir la cultura a una serie de exposiciones comerciales como la que Padilla ha anunciado sobre el Titanic. Si es eso a todo cuanto aspiramos, no parece gran cosa. Por cierto, espero que la empresa que trae la muestra del Titanic haya pagado una buena cantidad al Ayuntamiento por el uso de la Lonja. No estaría de más que conociéramos su importe.
