Fue a los 17 años cuando Elizabeth sintió la llamada del teatro. «Estaba estudiando el segundo año del grado de peluquería en un instituto de Virgen del Remedio. Un profesor llegó de ValÈncia y montó un grupo de teatro. Me invitó a participar. No me apetecía comprometerme, yo le decía que estaba en edad de 'festejar', que no lo tenía claro, que yo lo que quería era echarme novio, salir de fiesta y vivir la vida?Pero insistió y acabé aceptando. Ahí empezó todo».
Ese profesor era nada menos que Tomás Mestre y poco tiempo después junto a Elizabeth y algunas personas más, fundó la compañía Saineters. Esto ocurrió en el 94 y durante más de 10 años recorrió la Comunitat con esta compañía. «Al principio lo compaginaba con la peluquería pero al poco tiempo ya estaba inmersa por completo en el oficio teatral». Sobre el 2000 empezó a trabajar en Canal 9, y estuvo casi 6 años en uno de los programas de más éxito de la cadena, Babalà, el espacio infantil que marcó a varias generaciones de valencianos.
«En esa época también trabajaba con varias compañías y en 2006 participé en un montaje en València que funcionó muy bien: Els embolics de Scapin dirigido por Rafa Calatayud. En 2008, tras un parón laboral, Silvia Montesinos, que había sido compañera de reparto en esta función y era profesora en el grado de Musical, me propuso apuntarme a las pruebas de acceso a la ESAD de Murcia. Yo no lo veía muy claro, me veía mayor? pero fue lo mejor que hice. Mi paso por la escuela me ayudó a aclarar y focalizar sobre mis inquietudes teatrales y asentó unos sobrios pilares sobre mi formación».
Hizo la especialización de Teatro Musical y cuatro años después se licenció. La gasolinera de Fulgencio M. Lax, fue uno de los montajes que se fraguó en la escuela y que la llevó a girar bastante, incluso estuvieron en Ecuador en un certamen de teatro universitario. Consiguió una beca de prácticas en Edimburgo, con una directora brasileña que estrenaba un espectáculo en el Fringe Festival, Flavia D'Avila. «Fuí la ayudante de dirección y la responsable del entrenamiento de los actores en su compañía Fronteiras theatre lab. Fueron cuatro meses muy intensos, aprendí mucho y descubrí otra forma de entender el oficio del actor».
En 2013 regresa a Alicante y se encuentra desubicada. Comienza a trabajar con Vera Lebrón, que es su prima, en unos talleres en Las Cigarreras. «En ese periodo tenía poco trabajo en España. Dirigía la Escuela Municipal de Teatro de Agost, en la que aún sigo, y daba clases de voz y entrenamiento actoral. Seguía trabajando con algunas compañías murcianas, pero no daba para mucho. Me marché a Brasil con Fronteiras Theatre lab a participar en un trabajo documental sobre la cultura fronteriza entre Brasil y Uruguay, pura antropología teatral. Después de todas las experiencias vividas durante este tiempo y de nuevo en Alicante, mi inquietud por la creación me hacen plantearme que necesito nuevas herramientas para seguir avanzando en mis procesos artísticos y decido, asesorada por Javier Mateos, profesor de dirección escénica, volver a la ESAD de Murcia a estudiar Dirección Escénica y Dramaturgia».
En ese periodo protagonizó uno de los montajes que más le ha marcado en su carrera: La niña barro, basado en los poemas de Marta Massé y creado a distancia con la directora Flavia D'Avila en Brasil, Elizabeth en Alicante y Ale Rodes en Portugal. La niña barro nos adentra en el universo de una mujer hecha de barro que lucha por adaptarse al mundo en el que nace. La modelan al antojo de los demás, despojándola de su identidad, de sus raices. El espectáculo se estrenó en el Fringe Festival de Edimburgo en 2014 y desde entonces se ha presentado en varios países de Europa y América recibiendo el Premio Impacto en el Festival de Teatro de pequeño formato en Miami. Hicieron varias funciones en Alicante y todavía existe la posibilidad de que lo podamos volver a ver en la provincia.
Elizabeth es una mujer poderosa, con las cosas claras y una determinación envidiable. Desde hace dos años dirige el Aula de Teatro de la Universidad Permanente de la UA y está al cargo de varios talleres en diferentes municipios de la provincia. En estos días tenéis la oportunidad ver el montaje que lleva en gira en distintos escenarios de la provincia, Los Figurantes y en junio estrenará la nueva producción Las Tesmoforias en el Paraninfo de la UA.
Elizabeth cree que algo se está moviendo ahora en el panorama teatral alicantino. «Creo que ahora la oferta de los grandes pilares teatrales en Alicante, el Teatro Principal y el Teatre Arniches ha mejorado mucho. Alicia está haciendo un trabajo brutal, atrayendo a nuevos públicos y con espectáculos de mucha calidad. Pero echo de menos espacios o salas más alternativos, donde poder ver y mostrar trabajos diferentes. Salas pequeñas con una programación estable abierta a compañías de fuera y con condiciones apropiadas para los artistas».
«A nivel profesional falta conexión. Creo que la gente que conformamos el sector no tenemos una relación fluida. Falta juntar energías y focalizar. La creación de una plataforma sería una parte de la solución a este problema». Sus preferencias teatrales giran en torno a la antropología teatral de Barba. Teatre du Soleil, Odin teatret, Peter Brook, Bob Wilson, Romeo Castellucci, incluso Atalaya Teatro, Ron Lalá o la Zaranda conforman el catálogo de maestros que inspiran a Elizabeth.
Elizabeth tiene muy claro que le interesa el trabajo de creación más allá del texto. Lo físico, el trabajo con los objetos, las imágenes. «Mi sueño sería poder gestionar un espacio de creación, donde tenga cabida la exhibición, la formación, la investigación y documentación? Un espacio donde se trabaje pero también se conviva, con unas instalaciones que faciliten la inmersión, adecuadas para la residencia temporal de equipos artísticos. Algo parecido a lo que yo experimenté en el Odin teatret en Dinamarca».
Para terminar, sólo puedo desearle toda la suerte del mundo a esta luchadora incansable, a esta mujer incombustible que con su arte enriquece la cultura de Alicante.
