Tienes tus raíces en Moral de Calatrava (Ciudad Real). En 2009, por asuntos familiares, te trasladas a Sant Joan d'Alacant (Alicante), donde empiezas tu trayectoria artística. A finales de 2013 te mudas a Madrid con la decisión de dedicarte por completo a la pintura. ¿Te hubiera gustado seguir establecido en Alicante y desde allí proyectarte o ves que tu trayectoria no habría sido la misma?

Ya conocía Madrid de los años en los que estuve estudiando, incluso mejor que Alicante. Me gustó como ciudad en la que vivir desde el principio, por su gran actividad cultural y de ocio. Pensé que en la capital tendría mayores posibilidades de darme a conocer, de desarrollar mi trabajo, al menos de un modo más rápido. También asocié el hecho de vivir en una nueva ciudad con un nuevo estilo de vida. Borrón y cuenta nueva. Creo que si me hubiera quedado en Alicante, me habría costado más trabajo centrarme únicamente en la pintura. Después de cinco años viviendo en Madrid, en ocasiones sí que pienso cómo sería volver allí. Sobre todo por escapar del estrés y los altos precios en general. Creo que Alicante es una de las mejores ciudades para vivir en cuanto a la relación calidad-precio. Pero de cara a mi trabajo, Madrid me ofrece un mayor número de clientes, de personas interesadas en mi arte.

¿Qué te impulsa a salir de Alicante y radicarte finalmente en Madrid?

Aunque desde pequeño siempre me ha interesado la pintura, sobre todo el dibujo, no lo tenía tan claro a la hora de estudiar. Por ello busqué lo que consideraba una salida más «estable». Entre 2008 y 2011 estudié Restauración Arqueológica en Madrid. Pero la dificultad para encontrar trabajo debido a la crisis, me quitó la oportunidad de dedicarme a ello y decidí probar con lo que realmente me gustaba: la pintura. Cuando terminé mis estudios en 2011 y me mudé definitivamente a Alicante con mi familia, estuve trabajando en una empresa de logística. Algo temporal, mientras pensaba que quería hacer con mi vida. Durante ese tiempo comencé a pintar durante mi tiempo libre y a realizar algunas exposiciones en bares del centro de Alicante. Eso me animó a plantearme la idea de dedicarme a la pintura.

¿Qué ansiabas?

No era tanto ansiar como probar algo y no arrepentirme el resto de mi vida por no haberlo intentado. Quería demostrarme a mí mismo y a los demás que realmente tenía las cualidades para dedicarme a la pintura, que me tomasen en serio y poder vivir esa experiencia.

¿Lo encontraste?

Fue más de lo que esperaba. Cuando me mudé a Madrid realmente no pensé que fuera a durar más de seis meses. Pero tras cinco años, aquí sigo de momento.

¿Qué diferencias fundamentales, debilidades y fortalezas, estableces entre ambos lugares en cuanto al desarrollo de tu práctica artística y al propio Sistema del arte?

Creo que en Alicante me sentiría más cómodo a la hora de desarrollar mi trabajo. Posiblemente con la disponibilidad de un estudio más amplio y menos costoso, que no limitase mi técnica o el tamaño de mis obras por temas de espacio y alquileres demasiado elevados. En Madrid, ya solo por el número de habitantes es lógico encontrar un mayor porcentaje de personas interesadas en lo que hago y en el arte en general. Eso es un punto a favor. Aunque es cierto que las redes sociales permiten una mayor difusión y me han ayudado a trabajar para clientes de otras ciudades, considero que el contacto directo sigue teniendo demasiado peso como para poder vivir en una zona mas apartada.

¿Crees que puede mejorarse algo?

Creo que lo principal es concienciar y educar a la sociedad acerca la importancia de las artes plásticas y el arte en general. Otro punto importante sería la comunicación y el apoyo entre artistas o colectivos de cara a eventos, exposiciones colectivas, difusión, estudios y talleres de coworking.

¿Algún proyecto pendiente a realizar en Alicante?

Este verano tuve la oportunidad de participar en una exposición colectiva celebrada en la Lonja del Pescado, dentro el ciclo Tot el que veus es art. Fue una experiencia que no me importaría repetir, pero por el momento no tengo ningún proyecto en mente a corto plazo.

Un proyecto que cueste arrancar.

Me interesa mucho el mundo del tatuaje. Guarda una relación directa con el dibujo y siempre me ha llamado la atención. Ahora ha dejado de ser una marca marginal para convertirse en moda. Cuando me mudé a Alicante comencé a tatuarme el cuerpo, en el estudio de mi amigo Moka. Hace un par de años decidí que quería aprender a tatuar. Por falta de tiempo lo he ido dejando, pero este año espero poder comenzar a practicar.

Un deseo.

Seguir dedicándome exclusivamente a la pintura y conseguir hacer de ello un trabajo más estable, que me permita vivir de una forma cómoda y desahogada.