Roo es una de las actrices más viscerales con las que me he encontrado. Su pasión sale de dentro, es honesta y tiene las cosas muy claras. Pero no siempre fue así: «De pequeña nunca tuve vocación teatral. En el instituto mi tutor me metió en el grupo de teatro y yo no quería. Acababan de comprar una mesa de sonido nueva y yo me encargué de aprender para poder llevar la función. Pero un día una de las actrices tuvo un accidente y tuve que sustituirla y en ese momento me di cuenta de que quería estar encima de un escenario».
Pero la crisis adolescente le hizo replantearse su futuro, por temor a decepcionar, y durante 4 años estudió Filología Inglesa en la Universidad de Alicante, desconectándose del teatro y del arte hasta que recaló en el aula de teatro de la UA, unos cuantos castings en Ciudad de la Luz? «Fue una cuestión de necesidad. Durante los primeros años de carrera lo pasé realmente mal. Tenía algo dentro que tenía que sacar y lo negaba constantemente».
Acabó la carrera y Roo tomó la decisión de «buscarme la vida para hacer teatro»·. Llegó un periodo de búsqueda infructuosa y bastante frustrante?
«Me costó mucho entender cómo funcionaba la industria teatral en la ciudad. Creo que está organizada por compartimentos estancos. Cada grupo tiene su lugar y son bastante impermeables. No sabía con quién hablar, dónde seguir formándome?Hasta que caí en el Comodín, Estudio de Actores. Empecé a recibir formación y lo que más necesitaba: libertad para crear. Me proporcionaron herramientas para canalizar lo que llevaba dentro y les estaré agradecida siempre tanto a Lex como a Miguel».
Al poco tiempo comienza a impartir clases para los más pequeños en la escuela, sigue formándose e impartiendo más clases mientras alternaba trabajos diversos.
«Hasta que coincidí con Joan Nave. Nos conocimos en un taller del Vicerrectorado de cultura de la UA y a las pocos semanas ya estaba distribuyendo en la que sería mi compañía: Esclafit Teatre».
Las labores de distribución y producción en el primer espectáculo de la compañía, Joanot se solaparon con las de actriz en el siguiente montaje: Rita Trobador.
«Rita Trobador es el resultado de muchos meses de trabajo de investigación y ensayos: luchamos contra el machismo, visibilizando el legado de las trobadoras, de Isabel de Villena y de mujeres actuales que están hasta las narices de que, para ellas, el camino sea siempre cuesta arriba. Una obra de mujeres que se dirige a la sociedad entera y nos invita a la lucha, a la celebración y a levantar la voz».
Llevan muchos bolos a sus espaldas, mayoritariamente su trabajo se dirige al público de institutos, realizando una labor complementaría y de profundización de la cultura valenciana que se imparte en las clases.
Cuando le pregunto a Roo cuál es su opinión sobre la escena teatral de la ciudad de Alicante, cree que ha mejorado desde que llegó: «Sí, es evidente el cambio. A nivel de exhibición tenemos novedades en la programación del Teatre Arniches o el Principal, pero hay muy poca oferta. Cuando llegué de Dénia a la ciudad, ingenua de mí, pensaba que esto era como Hollywood, que aquí era dónde pasaban las cosas. Pero la realidad es otra. Aquí la cultura la han matado o se ha muerto, no sé».
Le pido propuestas para que los espectadores llenen los teatros alicantinos: «Creo que hay que empezar por lo más básico, que se normalice el teatro en la educación. No sólo en la práctica sino que también sean espectadores. Que sepan que el teatro es un arte y una profesión y se acostumbren a ir al teatro con regularidad. Respecto al público adulto creo que ayudaría que hubiera más oferta alternativa, pequeñas salas que programen otras propuestas. Mi experiencia cuando voy de espectadora al teatro es que los espectadores siempre son los mismos».
A partir de octubre podréis ver a Roo en muchos escenarios de la provincia con los montajes de Esclafit Teatre. Mucha suerte para esta actriz que vive y defiende el teatro con gran intensidad. ¡Vayan a verla!. ¡Vayan al teatro!.
