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Postales desde la brillantina

Para los artistas Olga Lialina y Myke Tyka, los GIFs constituyen un elemento esencial del «folclore moderno digital»

Postales desde la brillantina

Mi ventana del navegador ha quedado sumergida bajo un manto de sedas y joyas. Diamantes, rubís, zafiros y demás pedrería, construyéndose y solapándose, hasta prácticamente colapsar la pantalla del ordenador. Una estampa fastuosa, deliberadamente kitsch, creada por Olga Lialina y Myke Tyka a partir de su intervención en el evento sobre arte digital, Seven on Seven.

La pieza titulada Treasure Cove (2017), está formada por múltiples GIFS; esas animaciones, en bucle y de consumo rápido, que copan nuestras redes sociales y nuestros dispositivos móviles, como si fueran memes en movimiento. Quizás, Treasure Cove no fuese de verdadero interés, sino fuera, precisamente, por la particular defensa que hacen estos autores del GIF como un elemento esencial del «folclore moderno digital». Para ellos, estas animaciones digitales constituyen el alma máter de la plástica popular que se cocina en Internet. Un lenguaje particular de nuestro tiempo - GIF art, para la crítica especializada- que, por cierto, ya cuenta con un trasfondo artístico legitimado por diversos certámenes (la galería Saatchi y Google, han celebrado sendos eventos), exposiciones (centro expositivo Hauptbahnhof Offenbach, Alemania), o plataformas de difusión (Rizhome.org; CERMÂ; GIPHY).

Lialina, de hecho, es una de las artistas e investigadoras que mayor tiempo lleva rondando las posibilidades de este formato. Recopila y reinterpreta los GIFS más relevantes de cada temporada, como una suerte de antropóloga digital, que fondea entre las miríadas de aportaciones que van colgando los usuarios en la red. Del GIF animado del «bebé bailarín», al del compañero de Bart Simpson, Millhouse, arqueando coquetamente sus cejas. Entre 2005 y 2012, llegó a cristalizar estos hallazgos en una extensa perfomance digital, Animated GIF Model, en la que difundió su propia imagen, en formato GIF, a través de la red mundial (trabajo adquirido, entre otros, por el Stedelijk Museum Amsterdam y el Museum of the Image, MOTI).

Hoy, además, se declara fan incondicional de la web Blingee.com, posiblemente la plataforma para crear GIFS animados más hortera del momento, y fuente de las 440 piezas de oropel con las que ella y Tyka, han creado Treasure Cove. Este servicio web gratuito, permite a los usuarios crear GIF animados de forma sencilla, mediante la compilación de imágenes por capas. Podemos utilizar nuestras propias fotografías, emplear las que la misma plataforma ofrece, o combinar ambas con las que han colgado los demás usuarios. El resultado es una suerte de postales digitales que, en su conjunto, forman un repositorio con una temible predilección por la brillantina: pétalos de rosa, columnas estucadas, unicornios con crines de arcoíris, y gatitos por doquier. Todos ellos a la disposición de nuestra mejor pomposidad y nuestro arte.

En otra pieza de la serie, Turing Test, reversed and sparkling (2017), el tándem Olialina-Tyka, usó sus conocimientos en programación informática para influir en los procesos de creación de las postales Blingee y llevarlas a al terreno de lo político. Alimentaron la plataforma con imágenes de Barack Obama, Hillary Clinton o John McCain, entre otros, y los combinaron con los juegos de calcomanías animadas de Blingee para que el sistema reprodujese de forma autónoma sus propios Blinglees políticos: Fantástico el Obama en plan «gansta», feliz entre sus cadenas de oro, sus fajos de dólares y la compañía de Justin Bieber y Hello Kitty.

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