El año que viene se conmemorará el centenario de su nacimiento. Nacido un 3 de mayo en Alicante, en el seno de una familia burguesa, José Estruch no quiso ahondar en las labores propias de la ingeniera pero sí penetró en la dirección teatral. Durante la II República, su instinto de renovación le empuja a unirse a grupos como El Búho, de la Federación Universitaria Escolar, en Valencia, que lo dirigió, entre otros, Max Aub, o La Barraca, la compañía de teatro universitario de García Lorca que se ubicó en Madrid. Estruch mantuvo con él una intensa relación cuando hizo representaciones en Alicante. Las dos compañías trabajaron de forma complementaria en el marco de las Misiones Pedagógicas, el Teatro del Pueblo bajo la dirección de Alejandro Casona y con el objetivo, igualmente, de acercar las obras del Siglo de Oro a los pueblos de la «España profunda». Temas como el amor, los celos, el honor, la justicia o la venganza. Después se diversificó el repertorio con piezas de autores contemporáneos o de signo antifascista. Al terminar la Guerra Civil, Estruch reside a lo largo de ocho meses en un campo francés de concentración, y toma la maleta y corre hacia su destierro en la ciudad del Támesis, donde anida hasta 1949. Imaginen un campo con 4000 niños refugiados, de origen vasco, en una población próxima a Londres? Allí, con la venia de las criaturas, representa obras clásicas en las que ellos participan. Ya en Montevideo sintoniza con el Club de Teatro, compañía que codirige. Es la década de los 50 y montan obras de Lope de Vega, Eurípides o Valle Inclán. Dirige también a la Comedia Nacional en varias ocasiones? La mítica actriz Margarita Xirgu influye para que el alicantino en Uruguay, José Estruch, dirija la Escuela Municipal de Arte Dramático, desde 1959 hasta 1967. Incluso fue profesor en el Conservatorio Nacional de Música. Ese último año hace el equipaje, vuelve a España y más adelante se enrola como docente en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. En 1990, el Ministerio de Cultura le otorga el Premio Nacional de Teatro (compartido con el valenciano Sanchis Sinisterra), y toma la autopista hacia el cielo con este galardón que le dio luz verde para entrar en el Olimpo de los dioses. Además, su figura se perpetúa a partir de 1999, cuando comienza la Asociación José Estruch para el Fomento del Teatro, afincada en la Escuela de Arte Dramático y vinculada a los talleres de posgraduados. Un hombre vocacional con su método, que era el de no tener método. Los actores se lo indicaban según las necesidades y carencias. Al abordar un texto se basaba en la estilización, la hondura textual, el diálogo como plástica y la teatralidad de la acción escénica. «En el teatro español nos han dado siempre gato por liebre; tanto que ahora no sabemos reconocer la liebre», dijo. Su perspectiva se enriqueció con el arte integral de los grupos independientes uruguayos. El lenguaje corporal, transmitir las intenciones del subtexto? Diez años dedicó a la versión y traducción de El rey Juan, de Shakespeare. ¿Qué sucede en un estado si el monarca es un peligroso bufón que se burla de la política y de la ética? La puesta en escena está considerada como su «testamento"» artístico. En 2016, más Estruch.
