Un individuo de 53 años de edad, cuya identidad no ha sido facilitada, ha sido condenado a pasar siete meses en la cárcel por pegarle un tiro un perro que entró en su finca de Llano de Brujas, en Murcia. Asimismo, el Juzgado de Lo Penal Nº 2, en su sentencia, lo condena a «inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales por tiempo de dos años y un día».

Los hechos tuvieron lugar cuando una pareja paseaba con su mascota, que se escapó y se metió en la parcela de un vecino. Este individuo, al ver al animal, cogió una escopeta de aire comprimido y le pegó un perdigonazo en la zona abdominal. El perro fue operado de urgencia, estuvo cinco días en observación y, afortunadamente, sobrevivió.

El dueño del perro testificó que, tras escuchar el disparo, el can comenzó a aullar y lo vio ensangrentado. También vio, a unos 30 metros, tras la valla, a su vecino, escopeta en mano.

El sujeto recurrió la sentencia ante la Audiencia Provincial de Murcia. Dijo que él no podía haber tiroteado al perro porque, el día de los hechos, él estaba trabajando en una finca, cortando limones, en otro sitio. Algo que no puede probar: alega que estaba con su yerno, pero que éste es ruso y no puede confirmarlo porque volvió a su país. La Audiencia Provincial desestima su recurso y confirma la sentencia que lo condena por un delito de maltrato animal.