Los padres de la mayoría de los nueve menores de entre 14 y 17 años detenidos el pasado lunes por la Policía de Alicante por su presunta participación en una riña tumultuaria con tres heridos en el barrio de San Gabriel tienen previsto presentar una reclamación por lo que consideran una detención errónea, ya que aseguran que sus hijos no participaron en la pelea y se disponían a jugar al fútbol cuando fueron arrestados.
El progenitor de uno de estos menores se quejó también a INFORMACIÓN de que no supo nada del paradero de su hijo hasta la una de la madrugada y que llamó en trece ocasiones al teléfono, pero la Policía cortaba la comunicación pese a que figura en la agenda como su padre y estaba detenido desde las ocho de la tarde.
Según las explicaciones de este padre, su hijo y otros quince amigos se dirigían a jugar al fútbol cuando pasaron por un parque próximo al campo donde estaban peleándose dos personas. La pelea fue en aumento y «cuando sacaron los palos salieron corriendo y se marcharon del lugar».
Poco después, según este padre, optaron por bajar de nuevo hacia el campo de futbito y fue cuando les paró la Policía. «Les revisaron las manos para ver si tenían lesiones, que no tenían, y a continuación les subieron en dos furgones y les trasladaron a comisaría», añadió el progenitor.
Una vez en dependencias policiales, afirma el padre, los detenidos de la zona norte de Alicante que se pelearon con otro grupo de jóvenes de San Gabriel les dijeron al verles que «estos no eran con los que se habían peleado, que si les habían llevado a los de la guardería».
La Policía fue alertada por llamadas vecinales de una riña entre medio centenar de jóvenes, aunque el padre de uno de los menores afirma que en la riña participaron una veintena de personas.
Según otro padre, la Policía llegó cuando ya había terminado la riña y los menores estaban sentados y no huyeron porque estaban tranquilos, "fueron meros espectadores". Además añade que se llevaron "al azar" a los menores, "sin tener conocimiento de los hechos reales y tampoco investigándolos". Este padre se queja también de que estuvieron cinco o seis horas sin tener información de sus hijos por parte de la Policía pese a ser menores y contemplar la ley que se comunique a los progenitores en cuanto se conozca su minoría de edad. Afirma que sólo hubo tres llamadas a familiares de los menores a la una y media de la madrugada, cuando se los llevaron a las ocho y media de la tarde.
Por otro lado, afirma que durante las horas que estuvieron en la Comisaría Provincial los menores "estuvieron sentados en el suelo, sin darles agua cuando alguno la pidió y sin dejarles ir al baño hasta que iban a salir, casi las tres de la madrugada. Por cierto, el agua que les ofrecieron era la que salía por un trozo de manguera enganchada a un grifo y que caía en un cubo, como los perros".
Los progenitores entienden que ha habido un incumplimiento de la ley por parte de la Policía Nacional y se quejan del trato que tuvieron con ellos cuando acudieron a la comisaría a interesarse por el paradero de sus hijos tras ser avisados por amigos. "La contestación del agente que siempre nos atendió fue siempre sin respuesta y si la había, era amenazadora".
Por otro lado, explica que "los padres de los menores intentamos enseñar un vídeo a la Policía Nacional donde claramente se veían los implicados en la pelea, y en las imágenes se evidenciaba de forma muy clara que los menores españoles no estaban participando en la pelea, eran únicamente, meros espectadores de lo que estaba pasando". Sin embargo, añade que la reacción de la Policía fue "que no era trabajo suyo, sino del juez cuando se celebrara el juicio, negándose rotundamente a ver el vídeo, que exculpaba a los menores".
