Dos tragedias en una que se dan la mano en pleno pulso entre el miedo y la esperanza. Los 79 migrantes llegados el sábado a las costas alicantinas a bordo de seis pateras, trasladados al hospital de campaña del General de hospital de campañaAlicante en cumplimiento del protocolo establecido por Sanidad con motivo de la pandemia del covid-19, obligaron ayer a reforzar el dispositivo policial desplegado ante el centro sanitario por el intento de fuga de varios migrantes.
Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil vigilan los exteriores del hospital de campaña desde la tarde del sábado, aunque fue en la mañana de ayer cuando se vieron obligados a solicitar refuerzos a la Policía Local de Alicante ante el intento de fuga de varios migrantes, entre diferentes altercados. Ya el sábado, poco después de que fueran trasladados, se generó cierto caos en el Hospital General ante la falta de personal sanitario para atenderlos en el hospital de campaña.
Una llamada desde la sala del 091 a la Policía Local hizo que varias unidades de agentes locales se desplazaran ayer hasta el centro sanitario para auxiliar a la Policía Nacional y la Guardia Civil en sus labores de vigilancia y control sobre los migrantes.
Compás de espera
Tras las primeras pruebas relativas al covid-19 a las que fueron sometidos los 79 migrantes, seis de las mujeres llegadas en patera fueron trasladas a planta en el Hospital General a la espera de someterse a pruebas PCR, mientras que al menos otros 17 inmigrantes, según distintas fuentes, permanecían ayer en el hospital de campaña.
El intenso calor acumulado en el interior del centro hospitalario instalado para hacer frente al pico del covid-19 a causa de un fallo en el sistema de refrigeración no hizo más que aumentar el nerviosismo de migrantes y sanitarios.
