La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias puso ayer en cuarentena el Centro de Inserción de Social (CIS) de la cárcel de Fontcalent ante la aparición de un caso sospechoso de covid-19en uno de los internos de tercer grado. Tanto este preso, que está aislado en su domicilio, como otros 23 reclusos y una funcionaria que han podido tener más contacto con el afectado, deberán estar en aislamiento sanitario hasta que se confirme si padece la enfermedad, según confirmaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, las cuales añadieron que a otros 13 presos que debían regresar al CIS se les ha indicado que también duerman en sus domicilios por ser contactos directos.

La dirección de la prisión alicantina adoptó esta medida de prevención en el CIS después de que un interno acudiera ayer a un centro hospitalario de Alicante con síntomas de estar afectado por el coronavirus. El hospital le hará hoy la PCR para saber si está contagiado y ayer lo enviaron a su domicilio para que permanezca aislado.

En el centro se realizó un estudio de contactos y se acordó el aislamiento sanitario de 23 internos del CIS, mientras que Salud Pública también recomendó el aislamiento en su domicilio de una funcionaria. Otros 13 presos que debían regresar ayer al CIS también pernoctarán en sus casas.

La asociación profesional de trabajadores penitenciarios «Tu abandono me puede matar» (TAMPM) denunció ayer que «es cuestión de tiempo que, ante el levantamiento de todas las medidas preventivas, el virus entre en las cárceles españolas, afectando a una población de grave riesgo con consecuencias imprevisibles».

TAMPM desea que lo sucedido ayer en Alicante se quede en un simple aviso pero advierte de que la inminente vuelta de los «vis a vis» -comunicaciones íntimas con los familiares- hará que el riesgo sea extremo y por ello exige la anulación de la autorización de entrada de los familiares para comunicar con los internos.