El "rito del sapo bufo", "la molécula de Dios".... Las incógnitas sobre la muerte del prestigioso fotógrafo de moda afincando en Valencia, José Luis Abad, son muchas. Y es que el conocido actor de cine porno Nacho Vidal, así como un empleado y una familiar suya, fueron detenidos el pasado jueves por este suceso que ocurrió en julio en la finca que el intérprete tiene en Enguera. Se les imputa un presunto delito de homicidio imprudente y han quedado en libertad a espera de juicio.

La muerte del fotógrafo sucedió durante un rito para desintoxicarlo de las drogas mediante la administración de un veneno obtenido del sapo bufo al que denominan 'la molécula de Dios'. Pero, ¿en qué consiste exactamente este rito chamánico? Se trata de fumar bufantoína, el veneno extraído del sapito de Sonora o bufo alvarius, el cual está considerado como uno de los alucinógenos más potentes. Este anfibio contiene la sustancia 5-MeO-DMT, que es una droga que se suele comercializar por internet.

La ceremonia de sanación, conocida como "el rito de sapo bufo" o "la molécula de Dios", procede de Méjico, del Estado de Sonora, y en ella se fuma la bufantoína cristalizada en una pipa de cristal con propósitos curativos y alucinógenos. Este "viaje iniciático y curativo" dura entre 15 y 20 minutos y produce importantes alteraciones; taquicardia, pérdida de conocimiento y, en ocasiones, la muerte, como en el caso de Abad.

Según consta en el atestado entregado a la jueza, el afamado fotógrafo de Toledo sufrió un infarto de miocardio que le provocó la muerte en minutos. No obstante, pese a sus convulsiones y a la asfixia evidente, completamente amoratado y rígido en el suelo, ninguno de los presentes en el rito intervino ni llamó al servicio médico de emergencias.

La molécula de Dios o rito del sapo bufo

Nacho Vidal, que asegura haber sometido a José Luis Abad al rito de manera desinteresada y por la amistad que le unía a una prima suya, ya había realizado con anterioridad este tipo de prácticas, según habría declarado él mismo ante la Guardia Civil. De hecho, ha hablado en algunas ocasiones en redes sociales sobre "la molécula de Dios".

"La primera vez que lo probé no sé lo que pasó ni dónde me fuí o cuánto tiempo estuve, no existe la palabra para describir lo que pasó", señala el actor de cine porno en un vídeo. "La segunda vez me hizo morir, mi alma se fue de mi cuerpo y explotó (....). Yo era el universo y cuando volví de este viaje tuve un golpe de energía", añade.

"Después de la experiencia pensé que mi ángel de la guarda me había vuelto a salvar en forma de sapo. Antes estaba perdido, apático y sin ganas de hacer nada y mi única forma de conectar con la vida era la droga y el alcohol y, de repente, mi felicidad se volvió muy grande (...) He estado toda mi vida con los ojos cerrados y, tras fumar un sapo, los he abierto", relata el intérprete.